Por @Alvy — 29 de marzo de 2011

Sencillamente increíble: los ya famosos quadracopteros voladores del ETHFlying Machine Arena haciendo equilibrios con pelotas de ping-ping y jugando con personas, unas máquinas voladoras con otras o en versiones «malabaristas».

En Singularity Hub explicaron cómo funcionan los quadracópteros: veinte cámaras mapean el espacio en el que se mueven los aparatos, gracias a unas pequeñas marcas situadas en los laterales de la «caja» del campo de entrenamiento. Los quadracópteros llevan también unos reflectores y la combinación de todo ello proporciona una resolución de alrededor de un milímetro al recrear la escena a alta velocidad.

Estos chismes procesan los datos mucho más rápido que nuestra vista, de modo que para ellos todo lo que vemos suceder transcurre digamos «en cámara lenta», a muchísimos fotogramas por segundo, y lo pueden procesar sin problemas para realizar los movimientos adecuados. Es lo último en control de sistemas dinámicos, en un laboratorio que ha costado casi medio millón de euros.

(Vía Ciencia explicada.)

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