Por @Alvy — 7 de junio de 2018

Calificado por algunos como el canal más interesante de la televisión lo cierto es que con la llegada de la TDT, el cable de fibra y las conexiones HDMI hemos perdido esa tradición de la «nieve» o «ruido estático» que se veía en los televisores cuando no había ningún canal sintonizado. Pero quien tenga algún modelo antiguo en casa (o vaya a un hotel o casa rural con equipamiento viejuno) puede disfrutar de esa señal de ruido aleatorio y comprobar que curiosamente sólo se veía en blanco y negro.

La razón de que esto fuera así –aunque los televisores fueran en color– es bastante interesante, como explican en Nostalgia Nerd: las señales en color dependen de varias subseñales, en especial de la llamada frecuencia subportadora de color donde van codificados el azul, rojo y verde que se combinan. Pero están separadas de la portadora principal y de la intensidad luminosa de cada punto en la línea de barrido – algo que permitía mantener limpiamente la compatibilidad entre los televisores de color y de blanco y negro. Y ahí está la clave.

Todo esto hace que al ser básicamente señales aleatorias por proceder del «ruido de fondo» (lo que incluye desde ruido de la electrónica de los circuitos a rayos cósmicos y demás) el sistema no reconozca que hay una señal de color, por lo que el televisor pasa básicamente a comportarse «en modo blanco y negro». Y eso es todo lo que se ve: miles de puntitos blancos y negros, pero ninguno en color.

Tal y como explican en el vídeo esto es técnicamente un poco diferente entre los sistemas de codificación de señal PAL, NTSC y SECAM (los utilizados en Europa, Estados Unidos y Francia) pero el resultado es equivalente: en vez de ver un festival de colores aleatorios sólo vemos «nieve» en blanco y negro. Y otro tanto sucede con el sonido, cuya portadora no llega a reconocerse correctamente y por tanto se suele quedar como si el volumen estuviera a cero.

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