Uno de los riesgos más grandes a los que se enfrentan los astronautas es el de los efectos de los rayos cósmicos galácticos y de las partículas más energéticas del viento solar sobre su cuerpo.
Mientras estamos en la Tierra esta en sí misma, la atmósfera, y el campo magnético de nuestro planeta nos protegen de sus efectos.
Pero los astronautas no gozan de ninguno de esos tres factores de protección, por mucho que intentemos dotar a las naves espaciales de cierta protección frente a las radiaciones dañinas, y es un peligro que es tanto mayor cuanto más larga sea la misión.
El proyecto SR2S, Space Radiation Superconducting Shield, Escudo Superconductor para la Radiación Espacial, pretende desarrollar un escudo magnético que se pueda montar en las naves espaciales que proteja a los astronautas de estas radiaciones.
Para ello están colaborando con el CERN en el diseño de un imán superconductor de boruro de magnesio (MgB2) que permita hacer pruebas para medir la efectividad del concepto.
Aún si los resultados son alentadores queda mucho trabajo por hacer como probar otros materiales u otras configuraciones de los elementos del imán; después de eso aún queda ver cómo se desarrolla la tecnología de tal forma que pueda ser montada en una nave espacial.
Pero de aquí a los campos de fuerza protectores de Star Trek o Star wars ya falta menos.
(Vía @ProfAbelMendez).