Excepto por el pequeño problema de que no existe y esto es solo una animación en HD (muy bonita y sugerente eso sí), el pequeño submarino de Virgin Oceanic, que es como se llama el nuevo proyecto de Richard Branson, resulta de lo más prometedor.
Se trata de un vehículo monoplaza que supuestamente puede bajar a 37.000 pies (más de 11 kilómetros) de profundidad, con una autonomía de 24 horas. Profundidades de ese estilo en las grandes fosas marinas están fuera del alcance de los submarinos corrientes: tan solo se han enviado hasta ahora algunos sumergibles muy especializados, como el batiscafo Trieste que hizo unos viajes en la fosa de las Marianas. Algunos expertos creen que la construcción del submarino de Virgin bordea lo imposible.
En previsión de que cuando se fabrique opere como está previsto, la empresa tiene preparados ya planes de inmersiones en los lugares más estratégicos de los océanos para batir unos 30 Récords Guiness. ¡Eso es optimismo!