Por Nacho Palou — 21 de marzo de 2006

Curiosa e interesante la teoría del valle inexplicable (Uncanny Valley) que menciona Alberto respecto a un aspecto de la robótica que estudia y analiza cuál es la respuesta de los humanos frente a los robots. La teoría enunciada por Masahiro Mori en 1970 establece que cuando más se parece un robot a un ser humano en su apariencia y movimientos más positiva es la respuesta emocional de las personas hacia él hasta que se alcanza un punto en el que repentinamente esta respuesta emocional se convierte en absoluto rechazo:

«Mamá ese androide me asusta» o la teoría del Valle Inexplicable de Masahiro Mori – Nos gusta lo totalmente humano (otra persona), lo parecido (un muñeco de peluche), pero no nos gusta nada lo cuasi o semi humano (una mano protésica, un androide de latex que se mueve, un cadaver) [...] Realmente no es un problema de la técnica que no consigue hacer sistemas más realistas o humanos, sino de la psicología humana, que cuando percibimos o conocemos al «farsante» nuestras alarmas emocionales empiezan a sonar. Por ejemplo en la película de AI (o IA) de Steven Spielberg el niño robot protagonista David, a pesar de actuar y parecer un niño de verdad, sufre el rechazo de casi todo el mundo que conoce que no es un niño humano.
Actualizado: Alberto está ampliando la entrada El Valle Inexplicable en Wikipedia en español. Carlos Kozuszko menciona el artículo Monsters of Photorealism donde se analiza este efecto en los videojuegos en los que ocurre que «al darle mayor resolución y detalles a los rostros humanos, estos se vuelven inhumanos».

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