Por @Alvy — 8 de junio de 2022

Noisy Cities

Una de las formas más insoportables de contaminación de las ciudades de las que apenas nos damos cuenta es la contaminación acústica. Es algo que ahora puede verse en Noisy Cities, una curiosa iniciativa de We Are Possible, cuyo objetivo es abordar el cambio climático y la los problemas de la contaminación y la generación de energía de todas las formas posibles.

Y es que, aunque no lo parezca, los ruidos del tráfico, las obras y los trabajos callejeros de limpieza parecen a veces una coreografía perfectamente orquestada de meeec, meeecs, martillazos y cubos de basura con un único objetivo: fastidiar todo lo posible. Por eso en los mapas que ofrecen –de momento disponibles para Londres, París y Nueva York, se puede ver la intensidad del ruido con tonos cada vez más oscuros. Y, si activas el altavoz, también se puede oír (o sufrir) con cierto realismo.

Basta mover el ratón para ver en qué zonas de estas ciudades hay más y menos ruido. Los máximos se registran –como no podía ser de otro modo– cerca de los aeropuertos, zonas de altos decibelios por excelencia. Aparte de eso las zonas con autopistas de circunvalación y carreteras rápidas de varios carriles le van a la zaga.

En Nueva York, por ejemplo, es curioso que la zona de Manhattan no sea especialmente ruidosa, porque todo el ruido intenso recae en La Guardia y el JFK, ambos aeropuertos cercanos. El rastro en forma de líneas rectas permite incluso adivinar la dirección de las pistas (!) Estaría genial que pudieran ampliar este estudio, que utiliza datos oficiales de los niveles de contaminación acústica y OpenStreetMap.org, a otras ciudades del mundo para ver la diferencia y, quien sabe, buscar un lugar más tranquilo.

(Vía Flowing Data.)

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