Este pequeño robot funciona aprovechando el efecto suelo, como hacen los ekranoplanos, algo que requiere un control bastante preciso pero que está al alcance de la tecnología actual. Hay quien cree que puede ser una tecnología aplicable a futuros trenes levitadores de alta velocidad sin necesidades «magnéticas». Imaginando, imaginando, con hacerlo un poco más grande y darle un poquito de más caña a lo mejor acaba saliendo un Landspeeder como el de Luke. Lo cierto es que es todo un reto de ingeniería superar las limitaciones que imponen las leyes físicas a artilugios como este.
El vídeo tiene ya tiempo, y de momento los investigadores japoneses que trabajan en la Universidad de Tohoku (Japón) dicen que esperan poder construir un modelo a mayor escala aunque sea ayudado sobre railes para ver cómo se comporta.
(Vía @TapasDeCiencia.)