Por @Alvy — 13 de julio de 2006

Cuando Wired (la revista) nació, a principios de los 90, todavía no existía la Web. Luego pasaron años hablando de Internet y el ciberespacio, bajo la paradójica situación de que ni ellos mismos tenían web – de hecho fueron bastante criticados por ello aunque aseguraban estar «esperando al momento oportuno» que llegó ya bien entrados los 90. En la web de Wired se vieron los primeros banners de Internet y fueron pioneros en muchas otras cosas. Por desgracia, Wired «la revista» y Wired «la edición digital» fueron concebidas como entidades diferentes y con el tiempo fueron separadas en 1998 tras diversas adquisiciones entre grupos editoriales y de Internet.

Wired y Wired.com se reunen de nuevo – Resulta muy curioso que la revista de tecnología no tuviera control sobre lo que alguna vez fue su sitio, Wired.com. Después de ocho años se reúnen de nuevo, Condé Nast compra Wired.com por 25 millones de dólares, un valor mucho más conservador que los 83 millones de dólares que alguna vez pagó Lycos. Esta transacción le da el poder de las noticias, el sitio y el dominio a Condé Nast, pero Lycos se quedará con nombres y propiedades como HotBot, Hotwired y Webmonkey. Chris Anderson, actual editor de Wired (la revista) evidentemente está feliz y emocionado. Según un post en su blog, combinando la parte offline con la parte online de la revista se pueden convertir en unos verdaderos líderes en la innovación de medios digitales.
El libro Wired: A Romance que se publicó en 2003 cuanta toda esa historia desde dentro, los buenos tiempos, los malos tiempos, el boom, el crash… y aunque la historia tiene final feliz, no incluye este final «doblemente» feliz, casi una década después.

(Vía ALT1040.)

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