Por @Alvy — 19 de diciembre de 2002

Incesto

Vía Fawny.org, un inteligente comentario acerca del artículo (ya de culto) de Rebecca Mead sobre los weblogs: You've Got Blog (publicado en noviembre de 2000 en New Yorker).
La insoportable incestuosidad de los blogs: Las otras personas que tienen blogs (...) leen tu blog, y si les gusta entonces bloguean sobre tu blog en su blog.

Atún

Imagina la siguiente situación: trabajas de dependienta en un restaurante de bocadillos y ensaladas (probablemente un Subway), llega una joven y te pide una ensalada de atún. Cuando le dices que por desgracia el atún se os ha terminado, la chica se pone a llorar desconsoladamente.

Esta es la misma historia desde el punto de vista de la chica:

Fui al dentista en Diciembre, pero al llegar a la consulta, que está situada en Marin, descubrí que mi cita se había cancelado. Cansada por todas las conversaciones que había dejado atrás en la oficina, esto me hizo prácticamente llorar. Decidí comprarme un sandwich, porque estaba muerta de hambre y demasiado enfadada como para volver al trabajo. Cuando la mujer que me atendió me dijo que se les había acabado la ensalada de atún, sencillamente me puse a llorar. Me fui al coche y lloré y lloré y lloré.
La chica era Meg Hourihan, una de las co-fundadoras de Pyra (Blogger). El incidente del atún, narrado en A Kind Sad of Day sucedió a principios de febrero del 2001, que fue cuando Pyra estuvo a punto de cerrar sus puertas y declarar bancarrota. Además de despedir a parte del equipo, Meg dimitió poco después. Ahora es más conocida como «la ex-blogger que usa Movable Type» [ver ¿Why? en su blog personal].

Este post es incestuoso porque hacer cross-blogging ha sido declarado oficialmente aburrido. La ensalada de atún del Subway («doble de atún, salsa de aceite y vinagre, con mucho aceite y sal») es una de mis favoritas.

Actualización (2005): Con el paso de los años, Meg se dedicó a otros proyectos. A Blogger y los otros fundadores de Pyra les fue bien y la empresa fue adquirida por Google. Meg se retiró de Internet tras ayudar a lanzar Kinja, para sopresa del mundo, y cumplió su sueño al dedicarse a ser cocinera en un restaurante. En las últimas épocas viaja mucho por toda Europa, como cuenta en su blog personal. Al final, todos felices.

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