Por @Alvy — 9 de mayo de 2005

En el Microcongreso del otro día nos juntamos unas diez personas y pasamos un ratillo divertido, aunque más de cachondeo y cervecillas que de algo serio, pero estuvo entretenido (Por cierto: ¿alguien tiene la lista de asistentes y sus páginas? En Caótico Neutral hay una lista de asistentes y enlaces también.) Uno de los temillas que se comentaron fue el podcasting y los diferentes retos a los que se enfrentará esta tendencia a la que se han apuntado algunos bitacoreros.

El primero parece ser que es el coste de la transferencia: los podcasts ocupan lo suyo, y muchos megas que si son descargados por mucha gente pueden agotar la transferencia de cualquier alojamiento pequeño o gratuito (también conocido como «morir de éxito»). Puede que haya soluciones P2P, BitTorrent y similares (yo todavía no he llegado a entender al cien por cien cómo funciona BitTorrent) pero en general diría que a la larga ese problema se solucionará por el propio avance de la tecnología: cada vez el ancho de banda y el almacenamiento son más baratos así que es sólo cuestión de esperar un poco y, mientras tanto, hospedar en Estados Unidos donde el precio de la tarnsferencia en un alojamiento «en bruto» puede llegar a ser cien veces más barato de lo que se paga en España.

El segundo problema a mi me parece más difícil de solucionar, pero más fácil de entender. El otro día estábamos en la oficina viendo esa gran película, Wayne's World. Es la historia de dos tipos que hacen su programa de televisión local en el sótano de su casa. Algo así como el podcasting pero para televisión. La reflexión que surgió fue la siguiente: no todo el mundo que quiera hacer podcasting servirá para hacer un buen podcast.

Creo que era en Cantando Bajo la Lluvia donde decían lo mismo sobre la transición del cine mudo al cine sonoro: no todo el que antes actuaba en el cine mudo podrá actuar ahora en las películas sonora. Históricamente, muchos buenos actores se quedaron en el camino. Aplicado a los blogs y el podcasting: escribir un blog es una cosa, y mejor o peor casi todo el mundo puede hacerlo mejor o peor - pero hacer una especie de «programa de radio» no tiene mucho que ver con escribir, y probablemente sólo una minoría sabrá hacerlo bien y el resto se quedará en el camino. Se necesita saber mucho más que para escribir. Hay que saber locutar, poder grabar en condiciones, montar el audio decentemente, preparar contenido interesante pero adaptado al formato audio (¿cómo de larga debe ser una entrevista? ¿cuánto tiempo debe durar una explicación sobre algo para no aburrir?), luego hay que subirlo a la web en un formato adecuado, y un largo etcétera de detalles. De los muchos podcasts que he oído en inglés me he llevado algunas decepciones con gente a la que es genial leer - pero sus podcasts son malísimos. A la inversa, también descubres nuevos talentos, claro. Todavía tengo algunos podcast en español bajados en mi iPod, pero todavía no he tenido tiempo de oírlos, veremos qué tal.

En fin... Que aunque existan herramientas como Odeo que sean comp «el Blogger del podcasting» que popularicen esa moda, sin duda habrá mucha gente que se queden por el camino simplemente porque su voz no sea adecuada, no sepan hablar en público, locutar, impostar la voz o superar las diversas limitaciones técnicas o adaptarse al nuevo formato. ¡No todos podemos ser Wayne y Garth!

Actualización: Casualmente se acaba de publicar una entrevista con Nick Denton donde comenta algo parecido sobre la «moda de los weblogs» y que no todo el mundo vale para eso (o podrá vivir de eso) (Vía Bitácoras.org):

As for the blog revolution, Denton said, «Give me a break.» «The hype,» he said, «comes from unemployed or partially employed marketing professionals and people who never made it as journalists wanting to believe. They want to believe there's going to be this new revolution and their lives are going to be changed.»

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