Por Nacho Palou — 19 de julio de 2006

El nuevo servicio de Six Apart llamado Vox es una reinterpretación de las conocidas herramientas de blogs de la casa (TypePad, Movable Type y LiveJournal) y es fruto de relaciones carnales entre los conceptos «para todos los públicos» y «comunidad de usuarios» –o «vecindario», que es el término utilizado con acierto en Vox para referirse al entorno; el resto de usuarios del servicio son «vecinos». Piensa en Vox como un Flickr en el que además de fotografías puedes poner anotaciones y vídeos, o como un MySpace para el resto de nosotros en el que todo tiene cierto sentido de ser y de estar incluso aunque sea la primera vez que se accede.

Siguiendo la similitud con Flickr los contenidos voclados en Vox pueden ser públicos para todo el mundo o privados, visibles para unos poco contactos identificados o una combinación de ambas cosas. También Vox prescinde de elementos tales como las páginas administración desde las que incorporar contenidos al uso habituales en TypePad o MovableType y todo pasa a hacer de una forma bastante natural desde la misma página del blog que varía su funcionalidad según quien la esté viendo.

De modo que dependoendo de si al llegar a Vox se está registrado o no y con qué usuario el sistema permitirá ver ciertas opciones o realizar tareas tales como publicar, editar o borrar anotaciones en el blog propio o ver contenidos determinados o comentar en blogs en ajenos: el nivel de permisos de acceso y participación también varía dependiendo de la combinación que se produzca entre quién es la visita y cual blog que está visitando.

La atomización de permisos llega al nivel de las anotaciones individuales, de modo que al escribir y pubicar una anotación ésta puede marcarse como pública para todo el mundo o sólo visible por determinados vecinos según su categoría.

Vox

Poner en marcha un blog en Vox es cuestión de segundos: se elige nombre, contraseña, estilo de plantilla y aspecto y a publicar. El blog queda visible en una dirección tipo http://nacho.vox.com, la misma desde la que el autor del blog puede editarlo identificándose como tal.

La interfaz es bastante clara aunque tal vez podría estar aún más despejada de elementos. Algo menos de ruido gráfico en la página ayudaría a que mi madre no se sintiese tan desborada entre tantas opciones e iconos –y la constante presencia de publicidad, autopromo y banners no ayuda precisamente a aligerar el aspecto. Pero el resultado general es bastante bueno y facilita enormemente la vida de los vecinos. Simplifica enormemente tareas tales como incorporar fotografías o vídeos gracias a la integración de Vox con servicios como Photobucket, Flickr, YouTube o fondos fotográficos como iStockphoto. Esas opciones incluyen casi todo lo que se necesita hoy para tener un blog en sintonía con lo que se destila. Incluye, por supuesto, elementos de tags y de exploración del vecindario para encontrar conocidos, afines u otros blogs o contenidos de interés.

La versión actual de Vox es una versión previa («preview») accesible por invitación. El lanzamiento oficial está previsto para finales de este año.

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