«(...) En segundo lugar, la proposición de prueba inquisitorial, o »prueba diabólica« (...) pretende obligar al perito a certificar lo que no-es como prueba de hechos negativos (...) Es relativamente fácil probar lo que sí es y algo más difícil probar lo que sí fue, pero resulta metafísicamente imposible, sólo por prueba directa, la certificación de lo que no es, y más imposible aún si cabe, la llegar certeza de lo que no fue, salvo en casos con coartadas excepcionalmente sólidas o absurdos lógicos incontrovertibles (...)»Lo digo por la que se va a montar con el hackeo (?!) del blog de Borjamari [No es el único, también la Rubia Geek lleva días «hacked by Hunter - BHG», y no está en BlogSpot].
Los hechos: Hoy entre las 9.40am y las 10.40am borjamari.blogspot.com ya había sido hackeado. En la caché de Google todavía hay una copia del original. Y algo más en la lista de correo Borjamari-Rulez que Los Superiores Desconocidos han montado para agitar el gallinero. Y los últimos comentarios tampoco han sido borrados.En otras palabras: sería posible demostrar lógicamente, sólo con pruebas circunstanciales, quién es en la vida real Borjamari (mmm... como si eso importara); pero es imposible demostrar quién no es Borjamari (lo digo por si alguien empieza a cazar brujas).
Del mismo modo, es imposible demostrar que no lo han hackeado, pero sería posible demostrar que sí lo han hackeado.
Por cierto: este hackeo (de ser real y no fingido) me recuerda a una gloriosa frase (sorry -- olvidé el autor) leída en una situación parecida, de finales de los 90, cuando alguien-hackeó-a-alguien, y que venía a decir algo así como...
«Debe ser cierto esto de que Internet es la famosa Autopista de la Información. Y como en todas las autopistas, tienes a los conductores y a los camioneros. Pues a ese tío le ha pasado lo que a mucha gente: que iba conduciendo como un cafre por Internet y le ha tocado los cojones a algún camionero. Por eso le han hecho lo que le han hecho.»Lo cual no justifica los hechos, pero los explica.
Para la porra (a falta de «prueba diabólica»): 10 a 1 a que el hackeo es simulado. [Entre otros detalles, SinNombre apunta a que el «hacker» se olvidó casualmente de borrar el contador de visitas.]