Recordé al leer en Chicle «No podía perder esta oportunidad» que hoy es 29 de febrero, un día que sólo existe cada cuatro años.
Hace poco un amigo me envió la página de las Preguntas Frecuentes sobre Calendarios donde se pueden encontrar auténticas maravillas sobre el apasionante mundo de los calendarios.
Mañana no será 30 de febrero, pero en esas páginas se puede descubrir que, una vez hace mucho tiempo, en Suecia, sí que existió el 30 de febrero:
La historia de cómo Suecia cambió del calendario Juliano al Gregoriano es muy curiosa. Suecia decidió hacer un cambio gradual [los demás países eliminaron 11 días de golpe de sus calendarios]. Así, eliminando los años bisiestos desde 1700 a 1740 los 11 días de diferencia quedarían efectivamente eliminados y el 1 de marzo de 1740 en Suecia estarían sincronizados con el calendario Gregoriano. (Mientras tanto, ¡no estaban sincronizandos con nadie!)
De modo que en 1700 (que debería haber sido bisiesto) no lo fue en Suecia. Sin embargo, y por error, 1704 y 1708 sí que lo fueron. Esto dejó a Suecia desincronizada tanto con el calendario Juliano como con el Gregoriano, de modo que decidieron volver al Juliano. Para hacerlo, insertaron un día extra en 1712, ¡convirtiéndolo en un año doblemente bisiesto! De modo que, en 1712, febrero tuvo 30 días en Suecia.
Posteriormente, en 1753, Suecia cambió al calendario Gregoriano eliminando los 11 días como todos los demás países.
Si te gustan los calendarios no te pierdas tampoco Calendars from the Sky que es una excelente historia de los calendarios en versión web.