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@Wicho — 31 de Julio de 2013
Impresión artística de HD 189733b pasando frente a HD 189733a. El recuadro contiene la imagen en rayos X de la estrella en el centro, la enana blanca que la acompaña a la derecha, y otro objeto que pertenece a otro sistema solar abajo - NASA/CXC/SAO/K.Poppenhaeger et al
El método más usado por los astrónomos para detectar planetas extrasolares es el de los tránsitos, que básicamente consiste en mirar fijamente una estrella a la espera de que el paso de un planeta por delante de ella haga bajar tan sólo un poquito el brillo de esta, revelando así su presencia.
De hecho es el segundo método que hasta la fecha ha permitido detectar más exoplanetas.
Normalmente el método de los tránsitos se aplica en las longitudes de onda correspondientes al ultravioleta, al azul, al verde, al rojo, y al infrarrojo, y permite averiguar el tamaño del planeta y, en numerosos casos, algo de la composición de su atmósfera midiendo como la luz de la estrella se ve afectada al pasar a través de ella; si se combina con el método de la velocidad radial, que permite averiguar la masa del planeta, se puede estimar su densidad.
A cambio, hace falta que un planeta extrasolar pase directamente entre nosotros y la estrella que órbita para que podamos detectar esas bajadas en el brillo de esta, y además es el método que más falsos positivos da.
Pero en cualquier caso aplicándolo con cuidado nos ha permitido hacer cosas que hace apenas 20 años, cuando se confirmó la detección de los primeros planetas extrasolares, habríamos considerado impensables.
Una de ellas, por ejemplo, ha sido el poder determinar que HD 189733b, un planeta extrasolar que está a unos 63 años luz de la Tierra es de color azul oscuro visto desde el espacio mientras que su atmósfera es rojiza vista desde la superficie del planeta.
Impresión artística de HD 189733b visto desde el espacio
Y desde hace poco sabemos algo más sobre HD 189733b porque tal y como se puede leer en NASA's Chandra Sees Eclipsing Planet in X-rays for First Time hemos sido capaces de detectarlo de nuevo mediante el método de los tránsitos, pero en este caso en el rango de los rayos X, algo que sucede por primera vez en la historia de la astronomía.
Esas observaciones se han llevado a cabo con los observatorios Chandra de la NASA y el XMM Newton de la Agencia Espacial Europea, aunque en este caso usando datos ya archivados, y en realidad no tuvieron ningún problema para detectar la bajada en la cantidad de rayos X que llegan de HD 189733A, la estrella alrededor de la que orbita HD 189733b, pues estos bajan entre un 6 y un 8 por ciento, unas tres veces más que en el espectro de la luz visible.
Esto ha permitido a los científicos averiguar que la región que bloquea los rayos X es bastante mayor que la que bloquea la luz visible, lo que a a su vez les ha permitido estimar el tamaño de la atmósfera de HD 189733b y que las capas más exteriores de esta bloquean los rayos X mientras que dejan pasar la luz visible.
Lo mejor de todo esto es que comprobado que se pueden detectar los tránsitos en los rayos X ahora sólo hay que ir mirando en el espectro de los rayos X a otros planetas extrasolares que hayamos descubierto por el método de los tránsitos para ir aprendiendo un poquito más de ellos.