Febrero2019

Por @Wicho — 28 de febrero de 2019

Me ha encantado este entrañable vídeo que ha hecho Wired en el que nuestro admirado Chris Hadfield reflexiona sobre 13 fotos –hey, es un astronauta, no sufre de triscaidecafobia– que identifican otros tantos momentos memorables de su vida y que le han hecho ser quien es.

Van desde una en la que se le ve metido en una caja muy de pequeño jugando ya a ser astronauta a otra que hizo a los mandos de un F-18 mientras él y su punto interceptaban un Túpolev Tu-95 Bear pasando por el momento en el que se quedó ciego –afortunadamente sólo de manera temporal– durante su primer paseo espacial durante el que iba a instalar el Canadarm 2 en la Estación Espacial Internacional o por un sentido recuerdo a Rick Husband y la tripulación del Columbia en su última misión. Y no podía faltar, por supuesto, el momento en el que grabó Space oddity en la EEI.

Como él dice, con esa canción grabada a bordo de la Estación Espacial Internacional David Bowie por fin pudo ir al espacio, algo con lo que siempre había soñado.

(Vía el mismo Chris Hadfield.)

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Por @Wicho — 28 de febrero de 2019

Impresión artística del «Canadarm 3»
Impresión artística del «Canadarm 3» – CSA/NASA

Con el fin de la Estación Espacial Internacional cada vez más cercano –algunos de sus módulos llevan ya más de 20 años en órbita– los socios que participan en ella llevan ya algún tiempo pensando en cual va a ser su siguiente paso.

Tiene toda la pinta de que va a ser la Lunar Orbital Platform-Gateway (LOPG), una estación espacial que en lugar de orbitar la Tierra orbitará la Luna, aunque todavía hay muchos detalles por definir. De hecho aún hay agencias que en teoría van a participar en su construcción que no han confirmado que vayan a hacerlo.

Impresión artística de la LOPG en febrero de 2019
Impresión artística de la LOPG con la pinta que se le supone en febrero de 2019 - NASA

Pero la Agencia Espacial Canadiense acaba de confirmar su parte, que es la construcción de un brazo robot para el ensamblado, mantenimiento y reparación de la LOPG o como quiera que se llame el mes que viene. Como no podía ser de otra forma se llamará Canadarm 3, ya que será heredero directo del Canadarm 2 de la EEI, igual que el Canadarm 2 lo es del Canadarm de los transbordadores espaciales de la NASA.

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Por @Wicho — 28 de febrero de 2019

Cunmpliendo con un compromiso adquirido al poco tiempo de entrar en el Gobierno por el Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades de España hoy se ha lanzado #coNprueba, que es la marca que engloba las acciones frente a las pseudociencias y las pseudoterapias que impulsa el Gobierno de España.

Por un lado está el Plan de Protección de la salud de las personas frente a pseudoterapias [PDF], presentado ya en noviembre de 2018, que incluye acciones para proteger de forma integral a la ciudadanía de las pseudoterapias. Entre ellas están informes de evaluación de la evidencia científica de determinadas prácticas y teorías que estarán disponibles para que cualquiera pueda consultarlos a la hora de tomar decisiones y hacerlo de forma informada. Ya está disponible un informe preliminar al respecto [PDF].

Por otro, una serie de acciones [PDF] de divulgación de la ciencia y el pensamiento crítico que tienen como objetivo promover el conocimiento del método científico entre los jóvenes y proporcionar información veraz sobre mitos y bulos pseudocientíficos.

Además el Congreso convalidaba por una demasiado poco habitual unanimidad el Real Decreto-ley de medidas para mejorar la investigación científica.

A ver si con las próximas elecciones, suceda lo que suceda, todo esto no se queda en un brindis al Sol.

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Por @Alvy — 28 de febrero de 2019

He aquí una mano biónica de Festo, el fabricante al que conocemos por sus robots voladores, pingüinos y pájaros, mantarrayas voladoras brazos robóticos y otros artilugios. Es básicamente un brazo en el que la mano tiene unos mecanismos ingeniosos neumáticos que se rellenan con aire a través de unas válvulas y unos tejidos con cubierta 3D que resultan especialmente elásticos y flexibles.

Para que el invento funciona se utiliza aprendizaje automático mediante refuerzo: unos sensores monitorizan los movimientos cuando la mano coge un objeto y van decidiendo los siguientes micromovimientos para ver cuáles logran el «objetivo» (reforzándolos) y cuáles no (ignorándolos). En este aprendizaje también se utiliza un gemelo digital que no es más que una versión simulada de la mano.

De momento la mano no hace mucho más que entrenar con un dodecaedro al que es capaz de darle vueltas hasta encontrar los colores que se le indican. A simple vista parece blandita, pero quizá demasiado elástica, porque a veces parece que los dedos y los objetos «rebotan» demasiado, pero seguramente eso no sea problema. Queda el misterio de saber cuál será la sensación al darle un apretón de manos: si tendrá un agarre firme y convincente o dejará la mano blandita, que da un poco de grima. En cualquier parece es un pasito más hacia los robots de Westworld.

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