Marzo2019

Por @Alvy — 30 de marzo de 2019

A veces los efectos más complicados se consiguen de la forma más sencilla, casi podríamos decir que de bajo presupuesto. En este caso en Macro Room muestran cómo con un mecanismo que hace dar vueltas a una cámara de alta velocidad mientras graba y objetos cotidianos se pueden conseguir escenas muy llamativas.

La cámara en cuestión es una fps4000 relativamente barata que graba a 4.000 fotogramas por segundo; el resto es agua con diversos colorantes, pintura, arena de colores y mucha paciencia para grabar toma tras toma e ir viendo qué queda mejor.

Personalmente me quedo con las secuencias del principio, que son más simples pero también coloridas e incluso un poco geométricas, casi como si estuvieran simuladas con un motor de física 3D de fluidos. Las secuencias del final tienen objetos más complicados, raros y extravagantes, pero como la simplicidad no hay nada.

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Por @Alvy — 29 de marzo de 2019

Me ha encantado este segmento de los Cazadores de Mitos en Science Channel donde intentan comprobar si –como en las películas– sería posible montar una barricada inexpugnable detrás de una puerta con lo que haya a mano, básicamente muebles diversos y cosas que puedan encontrarse por ahí. El mito queda derribado, aunque algunas técnicas lo sitúan finalmente en la categoría de «plausible».

El asunto es que todo depende de varios factores, entre ellos la resistencia de la puerta en sí, el número de muebles y su peso, lo rápido que se actúe e incluso el rozamiento con el suelo (no es lo mismo que sea de madera que de moqueta, por ejemplo). En las pruebas Rachel, Valerie y Jesse tienen 45 segundos para intentar protegerse con los muebles del decorado; compiten contra un mastodonte llamado Big Tommy que arrastra con todo a su paso. En la primera prueba no tiene ningún problema, la atraviesa cual afable testigo de Jehová a la hora de la siesta.

La mejor técnica resulta ser apilar pero con inteligencia, de modo que los muebles lleguen a hacer tope contra la pared opuesta… Por tanto el asunto también depende del tamaño de la habitación y su geometría. Desde luego yo no recuerdo haber visto esto en ninguna película de Hollywood, donde las barricadas se ven siempre bastante endebles. ¡Pero añaden emoción! Quizá de ahí la explicación de su «popularidad».

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Por @Alvy — 29 de marzo de 2019

Ache Girl / Foter.comLos placebos son medicina de mentirijillas que se utilizan en los ensayos clínicos principalmente para comprobar la efectividad de los medicamentos de verdad. Van desde el «sana, sana, curita de rana» a píldoras de todos los colores y tamaños, pero sin ningún principio activo. Ahora unos investigadores se han asombrado más de lo que ya estaban al comprobar que la mera posesión de un placebo afecta a la percepción del dolor en los pacientes. ¿Influye sin siquiera usarlo? ¿WTF? Pues eso parece.

El artículo completo está publicado en Current Psychology: Merely Possessing a Placebo Analgesic Reduced Pain Intensity (vía Improbable Research). Tal y como resume la prueba experimental fue bastante simple y clara:

Se realizó un experimento de laboratorio para comprobar si la mera posesión de una «crema analgésica» (que era placebo) afectaba a la intensidad percibida del dolor en una prueba de percepción del dolor en la que se usaba frío (meter la mano en agua helada).

A los participantes se les explicó que iban a realizar una prueba de frío en la que sentirían cierto dolor, lo que les inducía a desear un remedio. Se les informó de que había un fármaco analgésico eficaz en forma de crema (la crema placebo). La mitad de los participantes (al azar) recibieron la crema como un «regalo inesperado». La otra mitad no recibió la crema. Pero se les dijo que no podían usarla hasta después de terminar la prueba.

A continuación todos los participantes realizaron la prueba de frío, lo que les produjo cierto ligero dolor. Se descubrió entonces que los participantes que recibieron la crema (pero no la usaron) valoraron como más baja la intensidad del dolor durante la prueba que los que no recibieron la crema (y que tampoco la usaron). Este pequeño hallazgo es quizá una evidencia de cómo la simple posesión de un analgésico placebo puede reducir la intensidad del dolor.

Quizá sea sólo un experimento curioso y nada concluyente, pero deja ver de nuevo la forma tan peculiar en que funciona la mente humana respecto a ciertos efectos como el del placebo.

{Foto (CC) Foter.com}

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Por @Wicho — 29 de marzo de 2019

Anne McClain saliendo al espacio por primera vez
Anne McClain saliendo al espacio por primera vez

Estaba previsto que hoy Christina Koch y Anne McClain llevaran a cabo un paseo espacial para sustituir algunas de las baterías de la Estación Espacial Internacional por otras nuevas y de diseño más moderno. Iba a ser la primera vez que un paseo espacial corriera a cargo de dos mujeres. Y como extra bonus el controlador en tierra iba a ser otra mujer.

Pero al final Nick Hague ha sustituido a Anne McClain en el paseo. Aunque no es, como se ha dicho por ahí, porque la NASA no tenga trajes espaciales para mujeres ni por falta de previsión.

Para empezar, no hay trajes espaciales para mujeres. Las unidades EVA son unisex. Así que es imposible que a la NASA le falten trajes espaciales para mujeres porque, simplemente, no existe tal cosa.

El problema en realidad ha sido de tallaje. Los trajes están formados por piezas intercambiables (casco, torso, brazos, piernas y botas) de distinto tamaño que se combinan para montar uno adaptado al cuerpo de cada astronauta. Las piezas están disponibles en tamaños mediano (M), grande (L) y extra grande (XL). Sólo los guantes son personalizados y se fabrican adaptados a las manos de cada astronauta.

En el caso de Anne McClain durante los entrenamientos en el Neutral Buoyancy Laboratory (NBF) probó trajes con torsos M y L y basándose en esos entrenamientos decidió utilizar un torso de talla L para su paseo espacial del pasado 22 de marzo.

Pero hay una cosa que los entrenamientos en la NBF no pueden simular: el efecto de estar metido dentro de un traje espacial en caída libre. En la piscina aunque el traje está lastrado para no flotar ni hundirse el cuerpo de la persona que está dentro se apoya contra el interior del traje a causa de la gravedad. Sin embargo en caída libre el cuerpo «flota» dentro del traje. Y durante el paseo espacial Anne se dio cuenta de que un torso L era demasiado grande para ella y que en realidad necesita un M.

Hague, Koch y McClain antes del paseo espacial del 22 de marzo
Hague, Koch y McClain antes del paseo espacial del 22 de marzo

Pero preparar un traje lleva aproximadamente un día entre que se ensamblan los distintos componentes, se conectan sus sistemas, y se hacen las pruebas pertinentes. Así que para disponer de dos trajes con torso M para el paseo de hoy –el de Christina Koch ya estaba preparado– había que buscar unas cuantas horas extra de las que, simplemente, los tripulantes de la EEI no disponen, pues su día está lleno de actividades planificadas con mucho tiempo de antelación. Otra opción era aplazarlo, pero eso descoyuntaría la planificación tanto del paseo en cuestión como de los siguientes y de otras actividades.

Con lo que la opción más lógica era que Christina utilizara el traje con torso M que ya tenía preparado y que algún otro de los tripulantes sustituyera a Anne utilizando uno de los trajes con torso L que ya estaban listos.

Por eso será Hague el que acompañe a Christina Koch en el paseo espacial de hoy. La seguridad es lo que debe primar, por mucho que nos hubiera gustado ver un paseo espacial protagonizado por dos mujeres. Otra vez será. Pero en condiciones de seguridad máxima.

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