Junio2019

Por @Wicho — 29 de junio de 2019

El primer lanzamiento de un cohete Electrón de Rocket Lab fracasó no por un fallo del cohete sino por un error en la configuración de los equipos de tierra. Así que es muy lógico que decidieran posponer 48 horas el lanzamiento del Make It Rain para hacer unas comprobaciones en estos equipos.

Pero finalmente a las 6:30, hora peninsular española, el séptimo cohete Electrón despegaba del Complejo de lanzamiento 1 de la empresa, situado en la península de Mahia en Nueva Zelanda. El lanzamiento fue según lo previsto, con lo que a los ocho minutos y 59 segundos la tercera etapa del cohete y sus cargas útiles ya estaban en órbita.

El motor de la tercera etapa se activó a los 50 minutos y 27 segundos del despegue para apagarse a los 51:11. Con esto la órbita elíptica en la que estaba se convertía en una órbita sincrónica al Sol de 450×450 kilómetros, que era en la que había que dejar los satélites que iban a bordo.

La separación de los siete satélites de la tercera etapa, a la que aún le quedaba un encendido más de su motor para modificar su órbita y reentrar en la atmósfera para no convertirse en basura espacial, se completó a los 53:26.

En total sumaban 80 kilos, de los que 57 kilos correspondían al Global 3 de BlackSky, un satélite que obtendrá imágenes de la Tierra. El resto se lo repartían dos CubeSat Prometheus-2 (2 kg cada uno) del Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos que tienen como objetivo demostrar un sistema de comunicaciones que permita enlazar unidades móviles desplegadas en acción con estaciones fijas; los SpaceBEE 8 (0,4 kg) y 9 (0,7 kg) un modelo rediseñado de los SpaceBEE originales que, de hecho, fueron lanzados sin permiso; el ACRUX 1, un CubeSat de 1 kg desarrollado por estudiantes de ingeniería para Melbourne Space Program, una organización educativa sin ánimo de lucro; y un séptimo pasajero «secreto» que Rocket Lab no ha identificado, algo que ha generado cierta polémica.

Es el tercer lanzamiento de Rocket Lab en 2019 y con él han colocado ya 35 cargas útiles en órbita. Teniendo en cuenta que el primero lo realizaron el 28 de marzo es una cadencia de uno al mes. Pero el próximo lanzamiento no está previsto hasta agosto, con lo que no es probable que en 2019 pasen de 8 ó 10 lanzamientos.

Sin embargo tienen una fábrica capaz de producir un Electrón a la semana, así que quieren aumentar la cadencia de lanzamientos para aprovechar esa capacidad. En eso ayudará la puesta en marcha del complejo de lanzamiento que están construyendo en los Estados Unidos, que se espera que entre en servicio a finales de 2019.

Las obras del LC2 en Virginia
Obras de construcción del Complejo de lanzamiento 2 en Virginia – Rocket Lab

En total van siete Electrón lanzados, de los que seis cumplieron a la perfección con su misión, lo que por ahora da a este cohete una fiabilidad del 86%.

***

Un Electrón en la plataforma de lanzamiento
Un Electrón en la plataforma de lanzamiento – Rocket Lab

El Electrón, con 17 metros de alto, 1,2 de diámetro, y un peso al lanzamiento de 12.250 kilos, es un cohete de tres etapas construido íntegramente en fibra de carbono y con un motor impreso en 3D que utiliza bombas eléctricas para mover el combustible en lugar de las turbobombas a gas de los cohetes más grandes. Está pensado para colocar cargas de entre 150 y 255 kilos en órbita sincrónica al sol, un segmento de mercado con gran demanda. De hecho Peter Beck, el director de la compañía comentó en su momento que con ese tamaño de cohete podría satisfacer aproximadamente el 65% de la demanda de cargas de pago.

Y eso es lo que hace especialmente interesante seguir su evolución. No tendrá la espectacularidad de un Falcon Heavy pero va a ser más revolucionario en cuanto a facilitar lanzar cargas al espacio a más instituciones, empresas y, por qué no, particulares.

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Por @Alvy — 29 de junio de 2019

Lighthouse Map

Es sabido que cada faro tiene un secuencia de destellos diferente, algo que técnicamente se denomina luz característica o apariencia. En esta web llamada Lighthouse Map muestra un mapa –principalmente de las costas de Europa– donde aparecen todos ellos, parpadeando del mismo modo del que lo hacen en realidad.

La luz característica es una especie de código de patrones de destellos largos o cortos y «eclipses», que combinados con colores permiten diferenciar unos faros de otros si no se conoce exactamente la posición de una embarcación pero se ven brillar en la oscuridad. Esto es importante en la navegación marítima y cada secuencia se puede resumir en un código del estilo GpD(3)BR 10s 41m 25M que indica el color, la duración de los destellos, la altura del faro y su visibilidad.

Este mapa interactivo de faros es una creación de Geodienst con datos de OpenStreetMap y cuyo código y fuentes de datos están en Github: Beacon map. Dependiendo de las zonas habrá más o menos información, pero al parecer incluye datos tanto de faros como de algunas balizas, boyas y luces de puerto. ¿De dónde hay más datos? Sorprendentemente –o quizá no– en las costas de Noruega.

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Por @Alvy — 28 de junio de 2019

The Spectre / DC Fandom Wiki

A partir del Super Heroes Dataset en Absent Data crearon esta curiosa infografía acerca de Qué superhéroe tiene más superpoderes. Lo primero es aclarar que se incluyen tanto superhéroes como supervillanos (antihéroes y neutrales) y tanto personajes de Marvel como de DC.

La mezcla es interesante, especialmente porque es interactiva y se pueden ir haciendo clics para seleccionar los personajes por grupos (superhéroes, superheroínas, etcétera) y comparar. Con solo pasar el ratón sobre las barras que totalizan los resultados se ve además el detalle de la lista de superpoderes en cuestión. Hay algunos raros, raros.

Qué superhéroe tiene más superpoderes

Encabeza la clasificación absoluta Spectre (El Espectro), de Jerry Siegel y Bernard Baily, un antihéroe. Eso viene a ser como un superhéroe neutral o un «supervillano que no es necesariamente malo», sino más bien que hace cosas buenas (según se mire), como V de Vendetta, los Watchmen (especialmente Rorschach), The Punisher o el mismísimo Quijote).

El Espectro era «un policía horriblemente asesinado que volvió del más allá convertido en una entidad sobrenatural clamando ser la ira de Dios, buscando venganza y juzgando a quien se pone en su camino.» Un poco como Twitter, vamos. Lo define la Wikipedia así de poderoso:

El Espectro tiene todas las capacidades de un dios, incluyendo entre otras la manipulación del tiempo y el espacio, el control sobre toda la materia, invulnerabilidad, y una fuerza sin límites. Prácticamente todo lo que desee hacer a quienes juzga es posible. No tiene ninguna debilidad discernible aparte de la necesidad de un huésped humano para poder ser un juez justo e imparcial.

En la lista aparece con 49 «poderes», seguido por Amazo (un androide) con 44 y Toxin (un simbionte) con 40. Curiosamente bastante abajo en la lista aparecen ya Thanos con 31 (de moda por su papel de villano en Los Vengadores) empatado por el «casi mundano» Odín también con 31 y ya por debajo algunos más conocidos como Wonder Woman (30), Superman (29) y el Dr. Manhattan de Watchmen, también con 29.

Yo hubiera dicho que el Dr. Manhattan estaría por encima de Superman y Wonder Woman, y Thanos por debajo (y Odin por encima) pero es fácil ver en la lista que no. Por cierto que centrándonos en Marvel la Capitana Marvel les da cera a todos estos; es la primera medio humana, medio Kree de la lista.

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Por @Wicho — 28 de junio de 2019

El aterrizador Vikram y el rover Pragyan

Si todo va según lo previsto los técnicos de la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) habrán terminado hoy, 28 de junio de 2019, la integración de los tres módulos de la misión Chandrayaan-2. Los módulos son el aterrizador Vikram, l rover Pragyan y un orbitador. Después de eso queda unirlos a su vez al cohete GSLV-Mk III que se encargará de lanzarlos. Está previsto que esto ocurra a partir del día 30 de junio.

Y si todo va bien la misión despegará a las 21:51, hora peninsular española, del 14 de julio.

El objetivo de la misión: la Luna.

El orbitador, que estará en una órbita de 100 km de altitud, llevará a bordo cinco instrumentos que tendrán como objetivo analizar la composición tanto de la superficie lunar como de los primeros metros debajo de ésta, con especial énfasis en intentar localizar hielo de agua bajo la superficie. También estudiará la exosfera lunar y hará mapas en 3D con su cámara para complementar los estudios sobre la composición de la superficie.

El aterrizador tendrá un sismómetro y un sensor de temperatura para analizar las características físicas de la superficie en el punto de aterrizaje, que está próximo al polo sur de la Luna. También lleva instrumentos para medir las partículas presentes en el entorno.

El rover, por su parte, llevará un espectrómetro láser –le disparará un láser a las cosas que los científicos quieran analizar, como la ChemCAM de Curiosity– y otro espectrómetro, pero éste de contacto, también para analizar la composición de las rocas que se vaya encontrando. Se espera que recorra un mínimo de 500 metros sobre la superficie de nuestro satélite.

Si Vikram consigue posare con éxito en la Luna la India se convertirá así en el cuarto país en colocar una sonda sobre su superficie, algo que estuvo a punto de lograr Israel con Beresheet. Eso sí, será el primero que visite la zona del polo sur de nuestro satélite, ya que el punto de aterrizaje está a los 70º de latitud sur.

En cualquier caso dado que ni el aterrizador ni el rover llevan fuentes de energía interna en principio sólo sobrevivirán un día lunar –14 días terrestres– antes de que el frío de la noche lunar temine con ellos.

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