Febrero2020

Por @Wicho — 29 de febrero de 2020

Una prueba de llenado de los tanques de combustible del Starship SN1 en las instalaciones de SpaceX en Boca Chica terminó de forma inesperada con la destrucción del prototipo. El tanque estaba siendo llenado con nitrógeno líquido. Ha sufrido una suerte similar al del Starship Mk1, que reventó en noviembre de 2019 también durante unas pruebas de llenado de sus depósitos.

El SN1 estaba siendo construido para hacer pruebas de vuelo de hasta 20 kilómetros de altitud pero ahora, obviamente, habrá que esperar a que el SN2 esté listo para ellas. Eso sí, cuando le hayan aplicado las medidas correctivas necesarias para que no le pase lo mismo.

Starship es un pedazo de cohete que está diseñando SpaceX para todo tipo de lanzamientos. La idea es que Starship sustituya a los Falcon 9 y Falcon Heavy para todas sus misiones, e incluso para alguna más. Para esto será necesario contar con distintas versiones de Starship. Una de ellas podrá llevar en su interior satélites para ser colocados en órbita o enviados por el sistema solar adelante; otra actuará como un depósito de combustible para que otro Starship se reabastezca en el espacio y pueda abandonar la órbita terrestre; otra versión más tendrá capacidad para llevar hasta 100 personas a bordo. Esta última servirá para sustituir a las Dragon de carga y a las Dragon tripuladas.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar
PUBLICIDAD


Por @Alvy — 28 de febrero de 2020

Que el Enterprise 1701-D, la nave insignia de clase Galaxia de la Flota Estelar a es inmensa es algo que es sabido. Y no sólo por las imágenes que en algunos episodios y películas de Star Trek: La nueva generación dejan entrever ventanas de sus 42 cubiertas, naves o personas flotando por el exterior; también tenemos los detallados planos y manuales técnicos con los que disfrutamos los más trekkies.

En este vídeo EC Henry intenta plasmar visualmente esa inmensidad y a la vez hace un ejercicio tan ridículo como interesante al calcular detalles y números: sus metros útiles de superficie (unos 827.000 m²), c cuántos metros cuadrados toca cada persona (unos 824 m²) o el tamaño típico de las habitaciones: entre 30 y 90 m² dependiendo del rango y de cuántos miembros compongan la familia.

Teniendo en cuenta que la tripulación son unas 600 personas y el número total de personas que viaja en la nave –aunque el número de civiles nunca se menciona de forma explícita– es de alrededor de 1.000 resulta sumamente espaciosa. Tan es así que quizá eso explicara por qué los pasillos suelen estar extrañamente vacíos en algunos episodios: si la gente vive más o menos repartida por las 42 cubiertas es casi raro encontrarse con alguien excepto en las zonas comunes de trabajo u ocio.

En comparación, el Enterprise 1701-D es unas 8 ó 10 veces más grande que el Enterprise 1701 de la serie clásica tiene menos del doble de tripulantes. En un portaaviones Nimitz de los actuales hay 6 veces más tripulación (6.000) en diez veces menos espacio (unos 84.000 m²). Así que mientras en la actualidad trabajar en una nave insignia es como ir en una lata de sardinas en un par de siglos será como ir en unos cómodos chalets individuales con vistas al espacio.

Relacionado:

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar
PUBLICIDAD


Por @Wicho — 28 de febrero de 2020

Rocket 3.0 en la plataforma – DARPA
Rocket 3.0 en la plataforma – DARPA

Astra Space, que ha estado desarrollando su cohete Rocket 3.0 sin darse mucha publicidad, está a punto de intentar su primer lanzamiento orbital. El lanzamiento forma parte del Desafío de lanzamiento de la DARPA, la Agencia de Proyectos Avanzados de la Defensa. Si les sale bien recibirán un precio de dos millones de dólares. Si consiguen hacer otro lanzamiento en «unos días» y también sale bien recibirán otro premio de diez millones.

Rocket 3.0 es un cohete con la capacidad de poner 150 kilos en una órbita sincrónica al Sol diseñado para ser fácil de producir y de transportar; de hecho cabe en un contenedor estándar. Usa depósitos de aluminio, más baratos, aunque más pesados, que los de fibra de vidrio que usan otros cohetes parecidos como por ejemplo el Electron de Rocket Lab. Aunque igual que este usa bombas eléctricas para mover el combustible, más sencillas que las turbobombas de otros cohetes. El nombre le viene de que existieron un Rocket 1.0 y 2.0 que la empresa usó para ir aprendiendo cosas. Ninguno de los dos «lo consiguió», eso sí.

El desafío de la DARPA exige que quien participe sea capaz de recibir una carga útil desconocida y adaptarla al cohete y este al lugar designado para el lanzamiento con poco tiempo de aviso. En el caso del primer lanzamiento Astra Space no supo la carga que tenía que lanzar hasta el 22 de enero y no la recibió hasta una semana antes de la fecha prevista de lanzamiento.

Consiste de dos cubesat de la Universidad del Sur de Florida que probarán un sistema de comunicaciones entre ambos, un cubesat del Departamento de Defensa llamado «Prometeo», y un experimento llamado Space Object Automated Reporting Systems (Sistema de Información Automatizada de Objetos Espaciales, SOARS) de Tiger Innovations que permanecerá acoplada a la segunda etapa.

Empleados de Astra abren la cofia del cohete para instalar las cargas útiles – DARPA
Empleados de Astra abren la cofia del cohete para instalar las cargas útiles – DARPA

Tras varios aplazamiento por mala meteorología astá previsto para las 21:30, hora peninsular española, del 29 de febrero de 2020 aunque la ventana de lanzamiento se extiende hasta el 1 de marzo. Tendrá lugar desde el Espaciopuerto de Alaska (PSCA) en Kodiak. El objetivo es colocar las cargas en una órbita de 450 kilómetros aunque la agencia ha dicho que le valdrá cualquier valor por encima de los 150 kilómetros.

El segundo lanzamiento, originalmente, tenía que haber sido hecho desde otro lugar distinto de los Estados Unidos. Pero hace poco la DARPA modificó las bases del concurso y dijo que le valdría con que se lleve a cabo desde otra plataforma de lanzamiento del PSCA. La modificación es para no interferir con la actividad en otros espaciopuertos. Y además dice la DARPA que ya es bastante complicado lanzar desde Kodiak por lo espartano de sus instalaciones: Astra ha tenido que llevar prácticamente todo lo que no es estrictamente la plataforma de hormigón. De nuevo la carga útil será mantenida en secreto hasta poco antes del lanzamiento.

La idea de este desafío es dotar al Departamento de Defensa de los Estados Unidos, del que depende la DARPA, de la capacidad de colocar rápidamente y con poco aviso en órbita satélites e instrumentos según necesite. Originalmente estaban también en la fase final del concurso Vector Space, que desde entonces ha quebrado, y Virgin Orbit, que decidió retirarse para centrarse en terminar de preparar su Launcher One.

La empresa está en Twitter como @Astra.

(Algunos datos vía NASASpaceflight).

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar
PUBLICIDAD


Por @Wicho — 28 de febrero de 2020

En How Boeing Will Get the 737 MAX Flying Again se puede ver un resumen de los pasos que tendrán que seguir Boeing y las aerolíneas para volver a poner el 737 MAX en servicio después de que haya recibido la autorización por parte de la Autoridad Federal de Avisción de los Estados Unidos (FAA) para ello.

De forma resumida:

  1. Tendrán que revisar y poner a punto los 387 MAX que ya habían sido entregados y que llevan ya casi un año parados. No es que estén abandonados en las plataformas de los aeropuertos pero tampoco están recibiendo el mantenimiento diario de un avión que está en servicio. Además habrá que instalarles las actualizaciones que la FAA y el resto de autoridades de aviación indiquen. Para esto hacen falta un montón de mecánicos y como un par de semanas por avión.
  2. Boeing tendrá que terminar de preparar los aproximadamente 400 MAX que no pudo entregar después de que se prohibiera el vuelo de este avión. Se calcula que tardarán como un año en poder revisarlos y entregarlos todos.
  3. En cuanto las aerolíneas empiecen a disponer de los MAX tendrán que integrarlos en su programación de vuelos. Esto puede ser más o menos complicado según la época del año en la que reciban la autorización y los aviones empiecen a estar listos.

Y eso sin tener en cuenta el problema de la formación de las tripulaciones. Si la FAA decide que va a ser necesario que pasen por el simulador –y ahora mismo la propia Boeing lo recomienda– resulta que sólo hay 34 simuladores del MAX en todo el mundo. En el vídeo hablan de 5.000 pilotos y de que serían necesarios dos meses con los simuladores funcionando 24/7 para formarlos. Pero sólo las aerolíneas estadounidenses que vuelan el MAX tienen el triple de esa cifra de pilotos. Y los simuladores no van a ser tan eficientes como para estar en activo las 24 horas del día siente días a la semana.

Y luego queda el asunto, que dista de ser trivial, de ver la reacción del público ante la vuelta al servicio del MAX. Históricamente, dice el vídeo, ningún avión que haya sufrido un parón similar ha tenido problemas de rechazo por parte de las personas que tenían que volar en ellos. Pero también es cierto que lo del MAX ha sido mucho muy mediático y que ahora esas personas disponen de mucha más información que antes. Por ejemplo, lo habitual ahora es que veas el tipo de avión en el que vas a volar a la hora de hacer una reserva. Y también están el efecto caja de resonancia de las redes sociales, claro. Boeing está preparando campañas de información al respecto.

Aunque no hay que olvidar que por ahora aún no hay fecha para que la FAA dé el visto bueno de nuevo al MAX. Y que no encuentren ningún problema más.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar
PUBLICIDAD