Septiembre2022

Por @Wicho — 30 de septiembre de 2022

Hace unas horas el módulo laboratorio Wentian de la estación espacial china usaba su brazo robot de maniobra para colocarse en su ubicación definitiva. Así, en lugar de estar acoplado al puerto frontal del módulo Tianhe, dónde quedó ubicado en julio, ahora está acoplado al puerto derecho (de estribor, que se dice en términos aero y espaciotrastornados).

El vídeo de arriba es un poco complicado de seguir si conoces la distribución de los módulos de la estación china. Pero empieza con una vista desde arriba en la que Wentian está a la izquierda y el módulo frontal de Tianhe a la derecha; el anillo que se es el que rodea la esclusa para paseos espaciales que hay en su parte superior. La estación apunta hacia la izquierda.

En la siguiente toma se ve un plano más abierto de la estación, pero también desde arriba. Puedes usar el movimiento de Wentian para orientarte. Aunque en este caso la parte delantera de la estación apunta hacia la derecha en lugar de hacia la izquierda como en la toma anterior.

Otras tomas muestran desde arriba el puerto de atraque en el que se va a colocar Wentian.

Pero si te lías, aquí se ve mejor la jugada, aunque no sean imágenes reales:

El cambio de ubicación de Wentian deja sitio a su cuasi gemelo Mengtian, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo 30 de octubre. Igual que Wentian, se acoplará primero al puerto frontal de Tianhe, lo que requiere una maniobra más sencilla, para moverse unas semanas o meses más tarde al puerto izquierdo. Con eso la estación adquirirá su forma de T definitiva. Definitiva a menos que China decida ampliarla.

(Vía CNSAWatcher).

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Por @Alvy — 30 de septiembre de 2022

Haikei

Haikei es una herramienta de interfaz simple, agradable y fácil de entender, que sirve para generar diseños en forma de patrones para fondos de pantalla, pósteres, presentaciones y similares. Basta elegir el tipo de diseño, los colores y ajustar algunos valores. Las imágenes se pueden descargar como PNG o SVG, y es precisamente este último formato, vectorial, el que permite usarlas a cualquier tamaño y resolución.

Entre los diseños disponibles están todo tipo de burbujas, olas, círculos y rejillas poligonales. En algunas como los polígonos el hecho de poder variar la distorsión entre 0 y un valor alto hace que se pueden conseguir desde reticulados perfectamente cuadrados o triangulares a otros que parecen patrones fractales de montañas. En otros como los de escalones hay variaciones en cuando al número de capas, solapamiento o la dirección de los degradados de color.

Haikei

A la hora de elegir los colores se pueden escribir en #RGB o elegir de un paleta completa. También se puede predefinir el formato básico del diseño, proporciones como 1:1, 3:2, 16:9 y otras, lo que se indica también en píxeles, aunque ya decíamos que con los formatos SVG se puede ampliar sin problemas de calidad. Definitivamente es una herramienta fácil de usar, porque no hay más que jugar un poco con el ratón, las opciones y el botón del dado que simboliza una nueva generación de diseño al azar. Otra de esas herramientas para tener por ahí guardadas porque puede venir muy bien.

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Por @Wicho — 30 de septiembre de 2022

La bodega de carga del Atlantis fotografiada a través de una de sus ventanas. Al fondo de ella está el Hubble en posición vertical, convenientemente sujeto. La Tierra hace de fondo de la foto
El Hubble en la bodega de carga del Atlantis, listo para las tareas de mantenimiento que iba a acometer la tripulación de la misión STS-125 – NASA

En mayo de 2009 el transbordador espacial Atlantis y su tripulación llevaba a cabo la quinta y última –en gallego diríamos derradeira– misión de mantenimiento del Telescopio espacial Hubble. Fue un absoluto éxito, que dejó el telescopio mejor que nuevo. Pero anoche la NASA, SpaceX, y el Programa Polaris dejaban asombrados a propios y extraños al revelar que van a estudiar la posibilidad de una nueva misión de mantenimiento al Hubble.

Será un estudio de seis meses sin coste para el gobierno de los Estados Unidos que busca determinar si sería posible acoplar una cápsula Dragon de SpaceX convenientemente modificada al Hubble para subir su órbita hasta los 600 kilómetros. Esa es la altitud a la que fue liberado cuando fue puesto en órbita. Y se calcula que ahí arriba se añadirían unos 25 años al tiempo que puede permanecer en el espacio. De no subirlo, el rozamiento con la atmósfera produciría su reentrada y desintegración en ella entre 2028 y 2040. El Hubble tiene una especie de asa en su parte trasera para estas cosas, así que la idea no parece descabellada.

El Hubble flotando en la negrura del espacio con la Tierra ocupando la mitad inferior de la foto. El telescopio se ve a propósito pequeño en la imagen para dar una ligera idea de escala
El Hubble en órbita – NASA

Pero el estudio también busca determinar si ademas se podría hacer algún tipo de tarea de mantenimiento en el telescopio mediante un paseo espacial. Y aquí hay que recordar que la primera misión del Programa Polaris consiste precisamente en un paseo espacial. Y que si bien la tercera será el primer lanzamiento tripulado de un Starship de SpaceX, la segunda aún está sin definir.

En cualquier caso no está nada decidido, ni mucho menos. De hecho puede que la conclusión de estudio es que no es factible. O que no tiene sentido enviar una misión tripulada, lo que impediría cualquier tarea de mantenimiento.

Aunque desde luego el tan sólo poder pensar en ello es una grandísima noticia, porque el Hubble aún goza de muy buena salud más de 13 años después de que lo visitáramos por última vez. Pero con el tiempo irán fallando cada vez más cosas en él. Y refuerza, una vez más, lo buena idea que fue en su momento que la administración Obama apostara fuerte por la iniciativa privada en el desarrollo de naves espaciales. Le pesara a quien le pesara.

Son, realmente, tiempos más que interesantes para quienes sufrimos de espaciotrastorno.

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Por @Wicho — 30 de septiembre de 2022

Ayer la sonda Juno de la NASA pasó a 352 kilómetros de la superficie de Europa, la luna de Júpiter. Es el sobrevuelo más cercano desde que la sonda Galileo la sobrevolara a tan sólo 351 kilómetros el 3 de enero de 2000. Pero por un kilómetro a las distancias que estamos hablando tampoco vamos a discutir.

El objetivo principal del sobrevuelo era modificar la trayectoria de la sonda de tal modo que a partir de ahora tardará 38 días en lugar de 43 en orbitar Júpiter. Esto permite observar el planeta desde más cerca y obtener mejor resolución en las mediciones de los instrumentos de a bordo. A cambio, Juno se ve sometida a más radiación, lo que acortará su vida, aunque aquí la NASA ya juega a ir arriesgando más según la sonda va recogiendo más y más datos.

Pero ya que pasaba por allí, Juno aprovechó para recoger datos de Europa. Y para hacer fotos, claro. Los datos recogidos serán aprovechados para averiguar más cosas de Europa mientras esperamos a visitas más específicas por parte de la sonda JUICE de la Agencia Espacial Europea, con lanzamiento previsto en abril de 2023, y de la Europa Clipper de la NASA, con lanzamiento previsto para octubre de 2024.

Pero mientras se «ace la cencia» con los fatos, las fotos ya podemos ir disfrutándolas; se van publicando según llegan. Sin procesar. Pero cualquiera con las ganas y la habilidad necesarias puede ir tratándolas, como por ejemplo hizo Kevin M. Gill con la que abre esta anotación. O Kevin M. Gill. O Ted Stryk… O montones de imágenes más que andan por ahí.

Es conveniente recordar que Juno no necesita una cámara para cumplir con los objetivos de su misión, que son analizar la composición de la atmósfera del planeta con la idea, entre otras cosas; intentar averiguar si tiene o no un núcleo sólido bajo su manto de nubes; y crear mapas detallados de su campo magnético, de sus emisiones de radiación, y de su campo gravitatorio.

Pero pronto en el desarrollo de la misión quedó claro que sería un crimen no montar una cámara en ella de cara a la comunicación pública de la misión. Y de ahí nació la JunoCam, una cámara de bajo coste basada en la MARDI (Mars Descent Imager, Cámara para el descenso) del rover Curiosity.

La cámara, a la derecha de la foto, con el objetivo apuntando hacia arriba, al lado de una delgada caja metálica rectangular que contiene su electrónica de control
La JunoCam y su hardware de control – NASA/JPL

Lleva un sensor monocromo capaz de una resolución de 1.600×1.200 pixeles. Filtros para el rojo, verde, azul y el metano le permiten obtener imágenes en color. Está montada en un lateral de la sonda, que gira a dos revoluciones por minuto para mantener la estabilidad. Así que sólo puede fotografiar sus objetivos a ratos. Pero hay que reconocer que las imágenes molan todo. Y que ha sido una grandísima idea enviarla allí.

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