Por Avión Revue — 26 de marzo de 2009

Por Luis Calvo. Según la NTSB de EE.UU. en sus primeras investigaciones sobre el accidente del Dash-8 de Colgan Air no se han encontrado evidencias de fallos o anomalías en los sistemas del avión previas al impacto contra el suelo.

El análisis inicial de los parámetros grabados y los modelos de vuelo del avión indican que se había formado hielo en el mismo pero que el avión continuó comportándose como debía en esas circunstancias. Por el momento no obstante se han recuperado y desmontado de los restos, para realizar diversas pruebas de funcionamiento, las válvulas que permiten el paso de aire del sistema de sangrado a las botas de deshielo en alas y superficies de cola.

Según los datos, los sistemas de aviso de pérdida funcionaron con una velocidad y ángulo de ataque consistentes con el funcionamiento del sistema de deshielo, esto es, por encima de los límites a los que lo hace normalmente dado que con hielo la pérdida puede producirse antes.

Según diversos análisis la presencia de hielo tiene una incidencia mínima en la velocidad de pérdida. El registrador de parámetros de vuelo indica que el stick shaker, el sistema de aviso que hace vibrar las palancas de control al acercarse el avión a la pérdida, se activó a 130 nudos, lo que es consistente con tener el sistema de deshielo activado. Los parámetros señalan que la velocidad de pérdida en ese momento debería ser de 105 nudos a 1g.

Los datos del grabador muestran que tras activarse el sistema se aplicó una fuerza de 25 libras en la palanca de control, seguida por la deflexión del elevador hacia arriba y un incremento en el ángulo de ataque. Se pudo producir una separación del flujo de aire del ala unos dos segundos después mientras el avión deceleraba y se encontraba a unos 125 nudos, con una carga de vuelo de 1,42 g.

La nota de prensa completa se puede leer en Update on NTSB investigation into crach of Colgan Air Dash-8 near Buffalo, New York.

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