Aunque planeaba mantenerlos en servicio hasta 2022 la crisis causada en la industria aeronáutica por la COVID–19 ha llevado a Air France a adelantar la retirada del servicio del Airbus A380. Air France, que fue la primera aerolínea europea en operar el modelo, se despide de él menos de once años después de ponerlo en servicio.
De hecho aunque poco a poco estamos recuperando una cierta normalidad los A380 de Air France ya no volverán volar con pasajeros. Su vuelo de despedida partirá a las 15:30 del aerpuerto Charles de Gaulle y tras sobrevolar el país tomará tierra a las 17:45. A bordo del AF380 irán tripulantes del A380, empleados de la aerolínea, y algunos invitados. El último vuelo comercial de un A380 de Air France fue un Johannesburgo – París el 23 de marzo.
Su retirada no es una sopresa. De hecho Anne Rigail, la directora general de Air France, ya había dicho allá por 2019 que la llegada de aviones como el Airbs A350 o el Boeing 787 había convertido a A380 en un avión totalmente obsoleto, demasiado caro y demasiado grande.
Pero a esto se ha añadido el desplome de la demanda de billetes causada por la pandemia de COVID–19. Y que el gobierno francés, a cambio de ayudar a la aerolínea, le haya pedido que reduzca sus emisiones de dioxido de carbono.
Air France, en cualquier caso, no es la única aerolínea que se está planteando lo del A380. Lufthansa ha dicho que va a seguir operando sólo ocho de los catorce que tiene. Y Qantas ha decidido almacenar los suyos al menos hasta 2023. Las causas son las mismas: la COVID–19 y la llegada de bimotores muchos más eficientes.
Aunque es justo decir que no sólo es cosa del A380; el Boeing 747 también se está viendo afectado por el coronavirus.
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