Por @Alvy — 28 de enero de 2019

Vídeos de aterrizajes hemos visto muchos: pistas pequeñas, complicadas, con vientos racheados, en islas, montañas y cerca de las ciudades. Pero este es un poco especial: está en Maniitsoq, Groenlandia, a 65 grados de latitud norte (la misma latitud más o menos que Reikiavik, pero al otro lado de la península).

El mini-aeropuerto ni siquiera está en la gran isla principal, sino en una más pequeña cerca del pueblito del mismo nombre, donde viven poco más de 2.500 personas.

A esa hora del atardecer con la luz anarajada del Sol recién puesto, las aguas tranquilas y el hielo blanco-azulado dominando la superficie de todas las islitas la sensación es de un tranquilidad sobrecogedora. La pista y el edificio de la miniterminal parecen lo único que no está cubierto por la nieve; el ruido de los motores del avión lo único que perturba el silencio.

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