Por @Wicho — 1 de abril de 2020

Un KC-46 repostando un A10 - USAF
Un KC-46 repostando un A10 - USAF

El avión estrella de los últimos meses –ya más de un año en realidad– para Boeing está siendo el 737 MAX. Pero dista de ser el único que le trae quebraderos de cabeza: ya lo hemos mencionado en alguna ocasión pero el avión nodriza KC-46 Pegasus para las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos (USAF) también les está trayendo por la calle de la amargura.

El último problema es que el sistema de transferencia de combustible tiene fugas. Muchas más de las que serían razonables. Además las personas que se encargan del mantenimiento del avión se han encontrado combustible en zonas en las que por debería haberlo bajo ningún concepto.

Es un problema conocido desde verano de 2019 pero ahora la USAF lo ha pasado a categoría 1. Los problemas de categoría 1 son aquellos que pueden causar la pérdida de vidas o material. Otros dos problemas de categoría 1 de este avión son el sistema de monitorización de la pértiga de repostaje y la excesiva fuerza que han de hacer sobre ella los aviones que van a recibir combustible.

A diferencia de aviones nodriza anteriores en el KC-46 la persona que maneja el sistema lo ve mediante unos monitores usando el conocido como Sistema de Visualización Remota (RVS) en 3D. Y ese sistema, dicen las tripulaciones, distorsiona la imagen de tal forma que dificulta enormemente la maniobra.

Puesto de control del sistema de repostaje - USAF
Puesto de control del sistema de repostaje - USAF

Por otro lado la pértiga tiene un sensor que detecta cuando la sonda del avión receptor está bien conectada que ha demostrado ser demasiado rígido y no detecta bien el acoplamiento de aviones como el A-10 o el F-16.

A Boeing esto, aparte del problema de imagen que le supone, también le supone un problema económico. El contrato de desarrollo del Pegasus es de precio fijo, con lo que tienen que absorber los costes de solucionar estos problemas, aunque la USAF ha dicho que asumirá el del sensor.

Así las cosas la USAF va a certificar el KC-46 para realizar misiones de transporte aéreo y de evacuación médica. Y eso gracias a que en diciembre de 2019 cerraron otro fallo de categoría 1 que implicaba los bloqueos para la carga en el suelo del avión: tendían a soltarse, lo que puede tener consecuencias catastróficas.

Eso sí. tendrá que esperar a que se solucionen los problemas con el sistema de transvase de combustible para usarlo como avión nodriza, lo que por ahora no se cree que vaya a pasar antes de 2023 ó 2024.

El Pegasus está basado en el Boeing 767. Sus primeras unidades fueron entregadas a la USAF a principios de 2019 con años de retraso y con un montón de problemas sin solucionar, aparte de pasado de presupuesto. Es, además, un programa no exento de polémica, ya que en primera instancia lo habían ganado Airbus y Northrop Grumman con el KC-30, una versión adaptada a los requisitos de la USAF del A330 MRTT. Pero las protestas de Boeing forzaron una reevaluación de la decisión, que entonces cayó del lado de Boeing.

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