Por @Alvy — 17 de junio de 2015

Gizmag dedicó un vídeo al nuevo «deporte» de las carreras de drones en espacios cerrados. Los pilotos van equipados con gafas de visión remota en primera persona y los drones –más bien cuadricópteros, pues van pilotados– suelen ser pequeños y ligeros, aunque algunos tienen precios de entre 300 y 400 dólares – todo un riesgo porque hay una alta probabilidad de que acaben piñados.

Los circuitos de drones se suelen instalar en naves industriales abandonadas y se marcan con luces led, cintas o lo que haya a mano. Los participantes dicen que «es lo más parecido a estar en una carrera de Star Wars» que han podido experimentar. La escena del vídeo es de una de las carreras que tuvo lugar en Melbourne, Australia.

Los equipos FPV (First-person view) de videorrealismo son viejos conocidos del mundillo del radiocontrol; su principal problema aparte de cuestiones como las interferencias y coberturas es el lag o retardo de las imágenes, algo que hace que el pilotaje a altas velocidades sea complicado, pues cada centésima de segundo que tarde la señal en ir, volver y transmitir las órdenes entre el piloto y el dron puede suponer un problema en forma de… ¡crash!

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