El avión en el aeropuerto Finkenwerder de Hamburgo antes de su vuelo de entrega – Airbus
Esta tarde Iberia ha recibido su primer Airbus A321XLR tras un vuelo de entrega de algo menos de dos horas y media desde el aeropuerto Finkenwerder de Hamburgo donde el fabricante tiene una de sus líneas de ensamblado. Así, todo queda listo para que la aerolínea española se convierta en el cliente de lanzamiento de este avión. Lo que, términos menos aerotrastornados, quiere decir que será la primera en operarlo.
Ser el cliente de lanzamiento de una variante más del Airbus A320 puede no parecer gran cosa. Pero mi impresión y la de algunas de las personas que van a volarlo para Iberia con las que he podido hablar del tema es que este avión va a ser revolucionario. Porque no es una variante más del A320 sino que es el avión de línea de un solo pasillo con más alcance del mundo, con un alcance de 8.700 kilómetros. Eso son unos 1.300 kilómetros más que el A321LR, que hasta ahora era el avión de un solo pasillo en servicio con más alcance del mundo.
En cualquier caso el interés del XLR no está sólo en su alcance sino en que ofrece la opción de volar a ciudades más pequeñas para las que hay demanda pero no tanta como para justificar utilizar un A330 o un A350. O también la opción de volar con más frecuencia a los mismos destinos sin tener que esperar a llenar un avión grande o llevarlo medio vacío.
A 8.700 kilómetros de Madrid en «línea recta» – Great Circle Mapper
Además, según Airbus, lo motores CFM LEAP-1A que monta proporcionan un consumo de combustible por asiento un 30 % inferior en comparación con los aviones de la misma gama de la generación anterior, así como una reducción en las emisiones de óxidos de nitrógeno y ruido.
El cliente de lanzamiento del XLR iba a ser Aer Lingus, otra de las aerolíneas de IAG, el grupo al que pertenece Iberia. Pero una disputa no solucionada a tiempo con las tripulaciones técnicas ha llevado a que finalmente sea Iberia la que vaya a recibir los primeros ocho de los catorce ejemplares que tiene encargados IAG. El segundo llegará antes de fin de año y los otros seis a lo largo de 2025.
Iberia estrenará el EC-OIL, que es la matrícula del avión que acaba de recibir, con un vuelo a París el próximo 6 de noviembre. Y durante un tiempo operará en rutas europeas para que las tripulaciones técnicas y de cabina se vayan familiarizando con el avión, lo que es una práctica habitual al recibir un nuevo tipo de avión.
Luego, si todo va según lo previsto serán primero Boston y después Washington los dos primeros destinos de largo radio del A3231XLR de Iberia. Son vuelos de 5.500 y 6.150 kilómetros respectivamente. La ida a Boston son unas siete horas; la vuelta unas seis y media. A Washington son unas ocho horas a la ida y siete a la vuelta.
Y ahí será donde el XLR tendrá que demostrar realmente la comodidad de su cabina y ganarse el aprecio del pasaje, pues no son pocas las voces que protestan a priori por la posibilidad de verse en un vuelo al otro lado del Atlántico en un avión de un solo pasillo. Tendrá además que demostrar las cifras de consumo de las que habla Airbus, aunque esto al pasaje le preocupa bastante menos. Pero es fundamental para las aerolíneas.
Aunque conviene recordar que otro avión de un pasillo, el Boeing 757, era muy popular hace no muchos años en rutas trasatlánticas una vez que obtuvo la certificación ETOPS que le permitía cruzar el Atlántico aún siendo un bimotor. Y es de suponer que con los avances en tecnología y diseño de las cabinas de pasaje habidos desde entonces la experiencia a bordo vaya a ser mejor en el XLR. Y también hay que tener en cuenta que ya hay aerolíneas haciendo rutas similares en el Boeing 737 MAX o en el A321LR.
Por de pronto Airbus ya cuenta con algo más 500 unidades pedidas desde que el avión fue anunciado en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París-Le Bourget de 2019. Mientras que Boeing entregó un total de 1.049 757 en los 27 años en los que el avión estuvo disponible. Así que mientras vemos cómo le va al XLR, estoy seguro de que a estas alturas se arrepiente de no haber diseñado un sucesor directo del 757.