[Anotación en actualización]
Un incendio en la subestación eléctrica de North Hayes que se declaró alrededor de la pasada medianoche ha dejado sin suministro al aeropuerto de Heathrow en Londres, que se ha visto a cancelar todos los vuelos al menos hasta la medianoche local de hoy. Si te tocaba volar a o desde Heathrow, ponte en contacto con tu aerolínea a ver qué opciones tienes.
Esto afecta directamente a unos 1.350 vuelos y a unos 300.000 pasajeros. Pero dado que Heathrow es uno de los puntos de conexión más importantes en Europa, además del aeropuerto con más tráfico del continente, los efectos del cierre –suponiendo que en efecto vuelvan a abrir a medianoche– aún se notarán durante varios días, ya que hay aviones y tripulaciones que no están dónde tendrían que estar.
Flights in and out of London-Heathrow last week and today at 13:00 UTC.
— Flightradar24 (@flightradar24.com) 21 de marzo de 2025, 14:23
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De hecho vuelos con destino Heathrow que estaban en el aire en el momento del cierre han terminado en Gatwick, Manchester, Birmingham, Glasgow, Schiphol (Ámsterdam), Shannon (Irlanda), e incluso Madrid.
Al parecer el incendio quedaba controlado a primera hora de esta mañana. Pero lo más sorprendente es que el suministro eléctrico de una instalación tan importante pueda tener un único punto de fallo que la haga tan vulnerable. A la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), también le extraña. De hecho lo expresa en términos bastante duros:
Heathrow ha vuelto a defraudar tanto a los viajeros como a las compañías aéreas. Y eso plantea algunas preguntas serias. En primer lugar, cómo es posible que una infraestructura crítica -de importancia nacional y mundial- dependa totalmente de una única fuente de energía sin alternativa. Si es así -como parece-, se trata de un claro fallo de planificación del aeropuerto. Y de ahí surge la cuestión de quién asume los costes de atender a los viajeros que se han visto afectados. Debemos encontrar un reparto más justo de los costes de atención a los pasajeros que no sea que las aerolíneas paguen solas la cuenta cuando falla la infraestructura. Mientras eso no ocurra, Heathrow tendrá pocos incentivos para mejorar.
Y es que este cierre de Heathrow probablemente se va a convertir en la mayor disrupción del tráfico aéreo en Europa desde los tiempos del volcán islandés de nombre impronunciable. Sí, el Eyjafjallajoekull, que obligó a cerrar al tráfico buena parte del espacio aéreo europeo.
Tras las privatización de los aeropuertos impulsada por el gobierno de Margaret Thatcher en 1986 el aeropuerto de Heathrow está gestionado por Heathrow Airport Holdings, una empresa que pertenece a un consorcio liderado por la española Ferrovial.
(Lo de IATA vía Aviador Loco).