Por @Alvy — 16 de enero de 2016

Bastante interesante y diferente este vídeo en el que se ve cómo en un Zurich-Shangai se dispara una alarma por exceso de temperatura en uno de los motores en un Airbus 340. Así que tómate 15 minutitos para disfrutarlo.

Todos hemos oído eso de que «un avión vuela igual de bien con tres motores que con cuatro», pero verlo «en real» acojona un poquillo. Sobre todo cuando tras consultar los procedimientos el problema no parece desaparecer. Lo cual lleva a seguir tomando medidas, más consultas con el control de tráfico, la compañía…

Para entender mejor lo que sucede en el vídeo hay que saber qué son estos dos componentes:

  • El IDG (Integrated Drive Generator) es un generador eléctrico; básicamente utiliza el movimiento del motor para generar electricidad (y no tener que usar las baterías). Lo hace mediante un «truco mecánico» que permite generar siempre la misma cantidad de electricidad independientemente de la velocidad a la que gire el motor. [En el vídeo es el IDG número 3 el que hace saltar la alarma de temperatura.]
  • El ECAM (Electronic Centralised Aircraft Monitor) es un sistema computerizado de Airbus que monitoriza las funciones de la aeronave, señala los fallos y los procedimientos a seguir. En algunos aviones y en casos muy críticos puede llegar incluso a tomar el control del avión.

En el vídeo lo que se ve es cómo salta el aviso de temperatura en el ING #3 (145 °C en vez de los 80-90 °C habituales) y se intenta corregir primero apagando la carga y finalmente apagándolo «mecánicamente» (aunque luego no se puede reiniciar en vuelo). Pero como la temperatura no desciende se ven obligados a reducir la potencia del motor #3 como posible solución. Eso tampoco resuelve el problema, así que antes de que el ECAM comience a lanzar avisos (o tome el control, imagino) prefieren apagar el motor.

Aunque una de esas aeronaves es perfectamente manejable con tres motores volar así hasta Shangai se antoja un poco arriesgado. Así que se toma la decisión de retornar al aeropuerto de salida – previo vaciado del depósito de combustible a medio camino, por si las moscas. Y recomprobando todos los parámetros de vuelo, que no es lo mismo volar y aterrizar con tres motores que con cuatro.

Muy curioso ver cómo los pilotos han de manejarse con enormes tomos de «papeleo» para confirmar toda la información sobre los sistemas de la aeronave; la utilización de las tabletas como alternativa y con qué coordinación actúan todos en equipo (también aparece por ahí el segundo oficial) confirmando y reconfirmando cada paso debido a lo excepcional de la situación. Y, como puede verse, sin que se les disparen las pulsaciones lo más mínimo. Aplausos.

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