Por @Wicho — 9 de octubre de 2017

Restos del motor

Restos del motor

Una de las ventajas de que los aviones modernos –y sus motores– lleven montones de sensores y que sus cajas negras guarden un montón de datos es que los incidentes y accidentes normalmente son más fáciles de investigar.

En el caso del vuelo AF66 de Air France, que el 30 de septiembre de 2017 perdía parte de uno de sus motores mientras volaba de París a Los Ángeles, los datos de la caja negra permitieron determinar el momento exacto en el que el motor falló y por tanto la posición del avión.

Así quedó el motor

Así que la BEA, el organismo francés que está llevando la investigación, en colaboración con su homólogo danés, envió un helicóptero a recorrer la zona para localizar los restos del motor, que aparecieron enseguida; ahora queda organizar una misión para recuperarlos antes de que el tiempo empeore y queden sepultados bajo la nieve.

Pero sin duda disponer de esas piezas servirá para poder determinar con más facilidad y seguridad qué falló en ese motor y, sobre todo, por qué, para poder evitarlo en el futuro.

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