Por @Wicho — 24 de enero de 2018

La mayoría de los aviones es capaz de cambiar la curvatura de sus alas en vuelo gracias a los flaps y/o los slats, esas «chapas» que se extienden por su parte trasera y delantera y que les permiten volar más despacio sin desplomarse. Así pueden despegar y aterrizar a velocidades más manejables.

Ha habido y hay algunos aviones militares como el F-14 Tomcat, el F-111 Aardvark, el Tupolev Tu-160 Blackjack o el B-1 Lancer con alas de geometría variable que además de usar flaps y slats son capaces de mover el ala entera de tal forma que el avión sea más «aflechado» o menos según las fases del vuelo.

También hay aviones capaces de plegar sus alas para ocupar menos en un hangar, especialmente si se trata de aviones embarcados, y Boeing incorporará unas puntas alares plegables en el Boeing 777X para que este pueda operar en aeropuertos convencionales a pesar de su envergadura de 72 metros.

Pero nunca ha habido un avión en producción capaz de doblar sus alas –parte de ellas, en realidad– en vuelo, algo que también sería beneficioso en aviones subsónicos, como los aviones comerciales, pues les daría mayor controlabilidad. Esto a su vez podría permitir construir timones de cola más pequeños y no tan robustos, pues tendrían que estar sometidos a menores esfuerzos, lo que a su vez puede dar lugar a una aeronave que gaste menos combustible.

Y es que los mecanismos de plegado pesan mucho debido a los motores que los accionan y a los sistemas hidráulicos asociados, con lo que generalmente no compensan salvo que no te quede otro remedio que montarlos.

Valkyrie en vuelo

De hecho el único avión que recuerdo que tuviera puntas alares que se pudieran mover en vuelo es el XB-70 Valkyrie, un proyecto de bombardero supersónico de los 60 que las bajaba en cuanto iba por encima de la velocidad del sonido tanto para reducir la resistencia como para aumentar el control direccional.

Sin embargo la NASA está probando una tecnología que gracias al uso de materiales con memoria de forma podría permitir crear alas cuyas puntas pudieran subirse o bajarse a demanda con un mecanismo que pesa un 80 por ciento menos que los convencionales.

Denominado Spanwise Adaptive Wing o SAW, de Ala Adaptable a lo Ancho, el proyecto está haciendo pruebas de vuelo con un dron bautizado como Ptera que, cargado de sensores, puede ser modificado para probar distintos conceptos.

Ptera con las puntas de las alas abajo

En este caso sus alas han sido modificadas para montar el sistema de doblado diseñado por el equipo de SAW y ahora es capaz de subir o bajar las puntas de sus alas hasta 70º. Los primeros vuelos han ido según lo previsto, así que esperan hacer más en verano de 2018.

El siguiente paso es modificar una de las alas de un F-18 para hacer pruebas con un avión a tamaño real, aunque todavía no hay fecha prevista para eso.

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