Por @Wicho — 15 de enero de 2024


El X-59 en la plataforma de los Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California – Lockheed Martin Skunk Works

La NASA y Lockheed Martin han presentado oficialmente el X-59 QueSST, un avión experimental diseñado con la premisa de reducir al máximo el estampido sónico que producirá al romper la barrera del sonido. Aunque no podrá eliminarlo del todo. Eso es físicamente imposible. Y, por ley, la NASA tiene que respetar las normas de la física.

La idea es que lo que se aprenda con el X-59 pueda servir para relajar las normas que prohiben el vuelo supersónico sobre zonas pobladas –lo que fue un gran problema para el Concorde, por ejemplo– para facilitar que, en el futuro, las aerolíneas puedan volver a apostar por aviones supersónicos. De hecho QueSST viene de Quiet Supersonic Technology, Tecnología Supersónica Silenciosa, aunque SST también viene de SuperSonic Transport, Transporte Supersónico.

El X-59, con 30 metros de largo y 9 de envergadura, está concebido para volar a Mach 1,4, casi una vez y media la velocidad del sonido. Pero su diseño está pensado, como decía arriba, para reducir la intensidad del estampido sónico que llega a tierra. Eso lo hace abriéndolo lo más posible. No sólo la forma del fuselaje y las alas sirven para esto, sino que además montar el motor en la parte superior del fuselaje también contribuirá a los objetivos del proyecto.

La idea de la NASA y Lockheed Martin era que el X-59, que salió de la línea de ensamblado en julio de 2023, hubiera hecho su primer vuelo ese mismo año. Pero problemas durante la fase de pruebas en tierra lo impidieron y obligaron a posponerlo a este año.

Parte del programa de vuelos de prueba incluye sobrevolar ciertas ciudades a escoger para comprobar sobre el terreno la efectividad del X-59. Luego la NASA pasará esos datos a la Administración Federal de Aviación y a los organismos reguladores internacionales.

Quizás convenga recordar que en el pasado la agencia ya persiguió este objetivo con pruebas que hizo con el un F-15B modificado que formó parte del programa conocido como Quiet Spike y con un F-5E también modificado como parte del programa Shaped Sonic Boom Demonstration. Ninguno de los dos llevó a que la aviación comercia se volcara de nuevo en el vuelo supersónico. Pero a ver si a la tercera va la vencida.

Aunque de hecho Boom Supersonic y Hermeus están trabajando en ello con independencia de los resultados que obtenga la NASA.

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