Por Nacho Palou — 27 de septiembre de 2016

El teniente coronel retirado Art Nalls es el único propietario de un Sea Harrier «civil». De hecho Nalls posee tres Harrier, dos de ellos operativos. El primero se lo adquirió al ejército británico en 2010, «con un contrato sencillo, de una página», tal y como él mismo relata en Badass Pilot Buys Own Fighter Jet.

Antes de comprarlo Nalls llamó a la FAA (el organismo regulador de la aviación en los EE UU) para preguntar si le dejarían volarlo. Tras comprobar sus credenciales —40 años en el ejército probando y volando todo tipo de aviones— obtuvo los permisos de la FAA, junto con una advertencia: «te dejaremos volarlo, pero dado que se trata de un avión de guerra operando desde un aeropuerto muy próximo a Washington DC no te quitaremos el ojo de encima, y si vemos algún problema no dudaremos en derribarte.»

Según Thrillist un Sea Harrier de segunda mano ronda los 1,5 millones de dólares, «un ganga comparado con los 120 millones que cuesta un F-35, si encuentras uno barato».

En 2014 Nalls adquirió un Harrier de dos plazas, que es a su vez el único Harrier civil de entrenamiento. Con él la empresa de Nalls, Nalls Aviation, puede instruir y certificar a nuevos pilotos de Harrier. Uno de los objetivos de Nalls es pasar el testigo y la pasión por estos aviones a nuevas generaciones de pilotos; con la retirada progresiva del Harrier de las fuerzas aéreas de los países en los que servía —incluyendo España—, en breve los Harrier de Nalls serán, por ahora, los únicos Harrier que seguirán volando.

Ambos Harrier de Nalls Aviation vuelan regularmente en exhibiciones aéreas de todo el país.

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