Por @Wicho — 20 de agosto de 2024

Un vuelo del presidente Biden de poco menos de 30 kilómetros el 19 de agosto de 2024 entre el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago y el estadio Soldier Field fue la primera ocasión en la que un helicóptero Sikorsky VH-92A Patriot voló con el indicativo Marine One, indicando que el presidente de los Estados Unidos iba a bordo.

El VH-92 es el único helicóptero que sobrevivió a las distintas fases del programa VXX lanzado en diciembre de 2003 para sustituir la flota de helicópteros presidenciales. Esa flota está formada ahora mismo por once VH-3D Sea King, en servicio desde 1976, y nueve VH-60N White Hawk, en servicio desde 1988.

Pero hay que cambiarlos porque aparte de que ya tienen una edad desde hace un tiempo ya no es posible instalarles las actualizaciones necesarias en cuanto a comunicaciones y seguridad porque otras actualizaciones ya han puesto al límite la capacidad de sus motores y su estructura.

En realidad el nuevo Marine One iba a ser el Lockheed Martin VH-71 Kestrel, que fue el modelo que en 2001 ganó el programa VXX. Pero como el coste por unidad no paraba de aumentar en 2010 el programa VXX fue reactivado y fue entonces cuando Sikorsky volvió a proponer el VH-92, que se llevó la adjudicación en mayo de 2014.

El primero fue entregado en 2017, tal y como estaba previsto. Pero problemas de fiabilidad, disponibilidad y facilidad de mantenimiento fueron aplazando su entrada en servicio y no fue sino hasta finales de diciembre de 2022 cuando alcanzó su capacidad operativa inicial. Aunque aún no podía llevar a bordo al presidente ni al vicepresidente por problemas con sus sistemas de comunicaciones cifradas y una cierta tendencia a achicharrar el jardín sur de la Casa Blanca.

Un Patriot aterrizando en la Casa Blanca con el obelisco al fondo
Un Patriot aterrizando en el césped sur de la Casa Blanca durante sus vuelos de prueba – Sargento Hunter Helis/ Armada de Estados Unidos

Pero se ve que al menos los problemas con los sistemas de comunicaciones ya han sido superados a tenor del vuelo realizado ayer por el presidente Biden.

Es importante recordar que la denominación Marine One no se refiere a ningún helicóptero en concreto de la flota sino a cualquier aeronave del cuerpo de los Marines de los Estados Unidos que en ese momento lleve a bordo al presidente del país. Del mismo modo la que lleve a vicepresidente recibe la denominación Marine Two.

Lo mismo sucede con el Air Force One. Acostumbramos a pensar en él como uno de los Boeing VC-25 (un derivado militar del 747) en el que viaja el presidente. Pero, de nuevo, cualquier aeronave de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que lleve a bordo al presidente se convierte automáticamente en el Air Force One, sea la aeronave que sea. El Air Force Two, por su parte, normalmente es un Boeing C-32, un 757 militarizado. Aunque, de la misma manera, cualquier aeronave de la Fuerza Aérea en la que vaya el vicepresidente se convierte en el Air Force Two.

Lo mismo pasa con cualquier aeronave del ejército, de los guardacostas o de la armada en la que viaje el presidente que reciben el indicativo Army One, Coast Guard One o Navy One respectivamente. Y si se trata de una aeronave civil el indicativo es Executive One. De nuevo cuando quien va a bordo es el vicepresidente el indicativo termina en Two.

Por cierto que los VC-25 también van a ser sustituidos más o menos en breve por los VC-25B, que son dos Boeing 747-8i que Boeing está modificando. Que no sin cierta ironía son aviones que había encargado la aerolínea rusa Transaero antes de quebrar. Pero igual que sucedió con el Kestrel van pasados de precio y de plazo de entrega. Así que en vez de ser entregados este año, como estaba previsto, serán entregados en 2027 y 2028. Si no se lían más las cosas y dejan de aparecer botellas de tequila vacías en ellos y cosas así.

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