Por @Wicho — 10 de febrero de 2020

El G-CIVP aterrizando en Londres en 2009 - Wicho
El G-CIVP aterrizando en Londres en 2009 - Wicho

Puede que ya esté en los últimos años de su carrera –la aerolínea tiene previsto tener retirado el modelo para 2024– pero un Boeing 747 de British Airways acaba de establecer un nuevo récord de velocidad entre Nueva York y Londres con un tiempo de tan sólo cuatro horas y 56 minutos para el vuelo BA112 del 8 de febrero de 2020. Esto es como una hora y veinte minutos menos del tiempo medio habitual para este vuelo.

El «truco» está en que el G-CIVP volaba con un viento en cola de hasta 320 kilómetros por hora gracias a la tormenta Ciara que tantos problemas está causando en Europa. Y así llegaron a alcanzar una velocidad respecto al suelo de 1.327 kilómetros por hora.

Es importante incidir en que se trata de velocidad respecto al suelo y que no es que de repente ese 747 se haya vuelto supersónico. En FlightRadar24 no hay datos de la velocidad respecto al aire de ese vuelo en concreto pero la velocidad de crucero del 747 es de unos más modestos 925 kilómetros por hora.

El G-CIVP llegando a Londres en 2017 - Wicho
El G-CIVP llegando a Londres en 2017 - Wicho

Ese mismo día los vuelos VS4 y VS46 de Virgin Atlantic, operados por Airbus A350-1000, consiguieron tiempos de 4:57 y 4:59 en la misma ruta.

Cualquiera de los tres mejora bastante el récord vigente hasta ahora para aviones subsónicos en esa ruta que había establecido un Boeing 787 de Norwegian en enero de 2018 con cinco horas y trece minutos.

Curiosamente el BA113, que vuela de Londres a Nueva York, no se vio demasiado afectado, con apenas 25 minutos más de vuelo de los normales. Pero, eso sí, voló bastante más al norte de lo habitual precisamente para evitar ir peleando todo el rato con el viento de frente.

Ajustar las rutas cada día en función de los vientos reinantes es precisamente una de las funciones de los departamentos de planificación de las aerolíneas, que escogerán unas pistas u otras para economizar tiempo y por tanto combustible.

Por supuesto todo esto es con permiso del Concorde, claro, que hacía la ruta Nueva York - Londres en unas tres horas y media. Pero claro, era un avión supersónico.

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