Por @Wicho — 15 de marzo de 2022

Un Airbus A321 de Aeroflot aterrizando en Ámsterdam – Wicho
Un Airbus A321 de Aeroflot aterrizando en Ámsterdam en septiembre de 2019; pasará tiempo antes de que volvamos a ver una imagen similar – Wicho

Tal y como se venía rumoreando Vladimir Putin ha firmado el decreto mediante el que Rusia nacionaliza los aviones alquilados a empresas extranjeras que estaban siendo operados por las aerolíneas del país. Son algo más de 500 aviones valorados en unos 10.000 millones de dólares.

Esto es un efecto directo de la invasión de Ucrania y de las sanciones que se le han impuesto a Rusia. Una de ellas obligaba a las empresas que tuvieran alquilados aviones a aerolíneas rusas a que terminaran esos contratos de alquiler como muy tarde el 28 de marzo. Aunque Putin se les ha adelantado. De aquella manera.

De aquella manera porque para empezar esos aviones no podrán volar al extranjero con la excepción de países amigos como Bielorrusia y China; desde luego no podrán hacerlo a Europa, Canadá o los Estados Unidos ya que de hacerlo serían incautados por las autoridades de esos países. De hecho ya hace unos días que Aeroflot y las aerolíneas de su grupo ya habían suspendido sus vuelos internacionales salvo aquellos a Bielorrusia.

De aquella manera porque tanto Airbus como Boeing y otros fabricantes, en aplicación de las citadas sanciones, han dejado de darles soporte y de venderles piezas de repuesto o para mantenimiento. Boeing, además, les ha retirado la suscripción a las cartas de navegación Jeppesen y sus actualizaciones. Incluso China se ha negado a echar una mano por las consecuencias que pudiera tener para sus propias aerolíneas.

Así que durante un tiempo las aerolíneas rusas podrán operar esos aviones usando recursos locales y mucho ingenio. Pero de cara al futuro de esas aeronaves las cosas no pintan nada bien porque sin un registro de mantenimiento correctamente llevado nunca más podrán ser certificados para volar en otros países una vez que termine la guerra de Ucrania y –esperemos– las cosas se normalicen. Y aún siendo certificados habría que ver a qué precio se ponen los seguros de esos aviones.

En Impact of the War on the Russian and Ukrainian Airline Industry hay unas cuantas infografías con datos al respecto.

Las empresas de alquiler afectadas van a sufrir un duro golpe. Pero en cualquier caso desde el principio estaba claro que las sanciones impuestas a Rusia iban a tener efectos colaterales. Aunque hay que recordar que aunque Putin no hubiera firmado ese decreto habría que ver si y cómo las aerolíneas que operan esos aviones iban a poder pagar los alquileres.

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