Por @Alvy — 28 de octubre de 2013
Si estuvieras volando de este a oeste (por ejemplo de Nueva York a Los Ángeles) a una velocidad de unos 1.360 kilómetros por hora podrías cancelar visualmente la rotación de la tierra, congelando el sol en el horizonte: disfrutarías de algo así como un amanecer o un atardecer «permanente». [Fuente: @NeilTyson. Foto (CC) Wicho @ Flickr.]