Por @Wicho — 31 de mayo de 2018

Hemos contado en unas cuantas ocasiones que los vuelos, en especial los de largo radio, se hacen siguiendo el círculo máximo, que es la distancia más corta entre dos puntos de la Tierra. Pero a veces esto no es posible, como de hecho sucedió durante mucho tiempo con el corredor que permitiría volar «recto» entre Europa y Asia, un corredor que pasaba sobre la Unión Soviética y por el que sólo países del bloque soviético podían volar.

Esto obligaba a las aerolíneas de otros países a bordear el territorio de la URSS, haciendo escala, por ejemplo, en Anchorage, en Alaska, antes de seguir rumbo a Asia, siempre sin sobrevolar la URSS.

Con la caída de la Unión Soviética esta prohibición se fue relajando y ahora hay numerosas aerolíneas que pueden sobrevolar Rusia, aunque por lo general sólo una por país, con lo que hay algunas de reciente creación como Norwegian que aunque lo intentan y llevan años pidiendo permiso aún no pueden sobrevolar Rusia.

Rusia, además, cobra por cada pasajero que va en los aviones que la sobrevuelan. Se estima que hasta 100 dólares por pasajero, lo que al cabo del año es un dineral y además de a Rusia una poderosa herramienta de cara a negociaciones comerciales.

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