Por @Wicho — 4 de mayo de 2020

Un avión que casi todo el mundo reconoce aunque no sufra de aerotrastorno es el «botijo» apagafuegos que en España opera el 43 Grupo del Ejército del Aire. Aunque en realidad el 43 Grupo opera dos modelos distintos, el Bombardier CL-215T, del que tiene 14 ejemplares, y el Bombardier CL-415, del que tiene tres.

El CL-215T es un rediseño de 1987 del original de 1967 que básicamente consiste en cambiar los motores radiales del CL-215 original por turbinas, aunque también incluye cambios en las alas y el empenaje. Bombardier no fabricó aviones nuevos sino que lo que hizo fue ofrecer kits de actualización para convertir los 215 en 215T.

Lo que hizo Bombardier sn su lugar fue fabricar el CL-415 a partir de 1993. Las diferencias fundamentales están en una cabina más moderna, pero aún analógica, mejoras en el sistema de descarga de agua, que también tiene más capacidad, y algunas mejoras aerodinámicas extra que, entre otras cosas, le dan mayor velocidad de crucero.

Ambos modelos empezaron su vida como un diseño de Canadair, aunque luego la empresa fue vendida a Bombardier en los 80. Y Bombardier a su vez vendió los diseños a Viking Air en 2016. En ese momento ninguno de los modelos estaba ya en producción. El 215 dejó de fabricarse en 1990 en favor del 415, que a su vez dejó de fabricarse en en 2015.

Pero Viking Air llevaba ya algún tiempo hablando de la posibilidad de fabricar el Viking Canadair 515 First Responder, una versión modernizada de los venerables 415. Y con la firma de los primeros pedidos parece que por fin va a convertirse en una realidad.

Comparte la célula básica de los modelos anteriores, aunque con materiales más modernos, y el mismo motor. Los nuevos materiales y nuevos tratamientos anticorrosión requieren menor mantenimiento, lo que según el fabricante reduce en un 15 por ciento el coste de operación del avión. El uso de una motorización común facilita el mantenimiento ya que no hay que dar nueva formación a las personas que los tengan que cuidar ni hay que almacenar piezas distintas.

La gran diferencia está en la cabina es completamente digital, con un HUD (head-up display) como el de los cazas o algunos aviones de pasajeros modernos que permiten al piloto mantener la vista fuera de la cabina a la vez que ve los parámetros de vuelo, un sistema de navegación en 3D, e incluso un sistema de visión nocturna. También aumenta el volumen de los depósitos de agua, que se pueden llenar en 14 segundos, hasta los 7.000 litros desde los 6.000 del CL-415.

Además Viking ofrecerá la opción de incorporar un radar de búsqueda bajo una de las alas y un sistema de cámaras bajo la otra, lo que añade capacidades de vigilancia marítima y SAR al avión. Otro equipo opcional es un sistema de fumigado que permitirá rociar disolvente sobre fugas de combustible o mareas negras o insecticida sobre vegetación infectada. Y ya puestos se puede modificar el interior para que funcione como avión de carga o para evacuaciones médicas.

Pero aunque sólo sea en su función apagaincendios ya es una mejora sobre los veteranos 215T; de hecho se dice que el Ejército del Aire estaría dispuesto a vender los tres más antiguos para sustituirlos por 515.

Así que con un poco de suerte en unos añitos podremos tener nuevos aviones que «cazar». Aunque mejor en una exhibición aérea que apagando incendios.

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