Por @Alvy — 8 de septiembre de 2010
Cuando te enfrentes a un dilema, simplemente lanza una moneda al aire. Funciona. Pero no porque con eso se decida la cuestión, sino porque durante el breve momento en que la moneda está suspedida en el aire, de repente descubres lo que deseas que suceda.
Me encantó esta idea, tan real como la vida misma.