Disponer de una buena conexión a Internet tanto en casa como en el móvil se ha convertido en un aspecto fundamental en la actualidad. Y es que no solo la necesitamos para nuestro ocio y entretenimiento, sino que la conectividad es ahora imprescindible para trabajar, estudiar, mantenerse informado e incluso gestionar las finanzas personales, más si cabe a raíz de los confinamientos derivados de la pandemia de la Covid-19.
Sin embargo, además de contratar una compañía telefónica y unos servicios que garanticen una conectividad de alta calidad como los de Lemmon, operador de fibra y móvil, existen otros modos de mejorar la conexión a Internet para poder evitar problemas y fallos puntuales. A continuación descubrimos 4 formas de hacerlo.
1. No saturar la conexión
Todos los dispositivos conectados a una misma red de conexión comparten la velocidad, por lo que a mayor número de dispositivos en uso menor es la velocidad y la calidad de la conexión. No obstante, todo depende de lo que se esté haciendo en cada uno de esos dispositivos, es decir, no es lo mismo descargar y subir archivos a la nube que simplemente ver un vídeo en línea, por ejemplo.
2. Situar correctamente el router
Elegir el punto adecuado en el que situar el router es fundamental para hacer llegar la conexión Wi-Fi a todos los puntos de nuestra casa. Las principales recomendaciones para encontrar el mejor lugar en el que colocarlo suelen ser intentar buscar el punto central del hogar, situarlo en algún punto elevado como una balda o una mesa, y en el caso de que el dispositivo disponga de antenas, orientarlas hacia diferentes posiciones para obtener y emitir una señal de mejor calidad.
3. Utilizar los amplificadores de Wi-Fi adecuados
En muchas ocasiones, puede que la conexión a Internet no llegue a todos los puntos de nuestro hogar y por ello tengamos que adquirir un amplificador de Wi-Fi que amplíe la señal a cualquier parte de nuestra casa. En este sentido, hay varias alternativas entre las que elegir.
Por un lado, los dispositivos PLC y los repetidores de Wi-Fi son las opciones más económicas. Estos sistemas funcionan trasladando la red inalámbrica desde un punto hasta otro al que la conexión no llega, mejorando la velocidad y la calidad de navegación.
Por otro lado, los sistemas Wi-Fi Mesh, es decir, unos dispositivos que se colocan en diferentes puntos del hogar y se conectan entre sí, permiten extender la conexión a todos los lugares. Aunque es una opción algo más cara, es la más adecuada para amplificar el radio de conectividad de la casa.
4. Mantener los equipos actualizados
Uno de los factores más recomendables para tener una buena conexión a Internet es mantener actualizados los smartphones, las tablets y los ordenadores que estén conectados, así como el router. De este modo podremos aprovechar al máximo los recursos disponibles gracias a las mejoras y las correcciones de posibles errores de las últimas versiones.
A pesar de que existen varias formas de mejorar la calidad y la velocidad de la conexión a Internet, lo más recomendable es contratar una potente tarifa de fibra y móvil que nos permita navegar sin ningún tipo de limitación y que nos ayude a obtener el mejor rendimiento de nuestra conectividad.