Por @Alvy — 6 de septiembre de 2014

Hay muchos tópicos sobre el espacio exterior, los planetas y la física relacionada que han calado profundamente en nuestra sociedad debido a películas, libros y series de televisión. Pero no todos son ciertos; de hecho algunos de los más espectaculares resultan ser auténticas tonterías que poco o nada se parecen a la realidad.

En Geekiez han publicado una excelente recopilación bajo el título Diez mitos sobre el espacio que deberíamos dejar de creer; el resumen rápido en nuestro idioma sería este:

  • La gente explota en el espacio exterior. Error: se pueden sobrevivir unos 30 segundos: es una muerte nada placentera y para colmo menos espectacular. La película en la que se trata este caso correctamente es 2001: una odisea del espacio.
  • Venus y la Tierra son idénticos. Para nada; Venus es inhabitable y calurosamente inhóspito. Quizá en el pasado fuera parecido y degenerara debido al efecto invernadero, pero nadie lo sabe con certeza. La idea procede de cuando todavía no se había explorado su atmósfera.
  • El Sol es una bola de fuego. En realidad es una reacción nuclear y en su interior no se «quema» nada.
  • El Sol es amarillo. Tampoco: el Sol es blanco. Lo vemos amarillo en parte por nuestra atmósfera, en parte porque las fotografías científicas suelen usar ese «color falso» por el que se le suele conocer.
  • La Tierra está más cerca del Sol en verano. Depende de en qué hemisferio vivas – y en el Norte que es al que suele referirse la afirmación es al contrario: es verano (julio) cuando la Tierra está más lejos del Sol e invierno (enero) cuando más cerca. El cambio de temperatura se debe a la inclinación del eje respecto a los rayos solares, no a la distancia.
  • La Luna tiene un «lado oscuro». En realidad solo desde nuestro punto de vista, dado que está sincronizada con la Tierra y no vemos nunca su «parte de atrás». Pero como tanto la Luna como la Tierra dan vueltas, llega luz solar a todas partes de la Luna mientras se desplaza alrededor del Sol.
  • En el espacio se transmiten los sonidos. Va a ser que no.
  • Es difícil atravesar un cinturón de asteroides con una nave espacial. En realidad es muy fácil porque los asteroides son muy pequeños y están increíblemente lejos unos de otros. Así que no hace falta ser un gran piloto para lograrlo.
  • Se puede ver la Gran Muralla desde el espacio. Definitivamente tampoco. De hecho, es más fácil –depende de la lejanía– ver los mares de plástico de Almería.
  • La NASA acapara el 25 por ciento del presupuesto anual estadounidense ¡Qué más quisieran! En realidad tan solo tienen asignado un mísero 0,5 por ciento.

Bonus: si te gustaron estos mitos, prueba también con los veinte mitos más populares de la ciencia de Live Science.

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