Por @Wicho — 22 de junio de 2020

Sample Fetch rover y Sample Retrieval Lander – NASA JPL Caltech
Sample Fetch rover en primer plano con el Sample Retrieval Lander detrás – NASA JPL Caltech

Desde hace años la comunidad científica sueña con que alguna misión pueda traer muestras tomadas en Marte de vuelta a la Tierra. Y puede que por fin vea sus sueños hechos realidad con la ambiciosa misión conocida como Mars Sample Return (MSR), Retorno de Muestras de Marte. En ella el rover Perseverance de la NASA recogerá estas muestras. Y luego un rover europeo que diseñará Airbus se encargará de recogerlas para enviarlas de vuelta a la Tierra en un cohete.

Una de las múltiples habilidades del rover Perserverance que la NASA prevé lanzar hacia marte en julio de 2020 es la de tomar muestras de rocas interesantes que vaya encontrando por el camino. Para ello usará un taladro situado en el extemo de su brazo robot que es capaz de obtener testigos de 13 milímetros de ancho por 60 de largo, aunque también es capaz de recoger material suelto si es necesario.

Estos testigos los mete en unos tubos que luego pasa a su interior para sellarlos y almacenarlos. En total Perseverance lleva 43 de estos tubos, aunque algunos de ellos no se usarán para almacenar muestras sino como testigos de que no ha habido contaminación en el viaje de ida ni en el de vuelta. Para ello estos tubos han sido esterilizados cuidadosamente.

A lo largo de su misión Perseverance irá depositando parte de estos tubos en el suelo de Marte. Y aquí es dónde entra el rover que diseñará Airbus. Conocido por ahora simplemente como Sample Fetch Rover (SFR), rover de recogida de muestras, su objetivo es irlas recogiendo y llevarlas al cohete que las pondrá en órbita.

Para ello aterrizará, si todo va bien, en 2028 en el cráter Jezero. Lo hará a bordo de una plataforma conocida como Sample Retrieval Lander (SRL), aterrizador de recogida de muestras. A una velocidad de hasta 200 metros al día –lo que es una velocidad de vertigo para un vehículo de este tipo– se irá aproximando a los distintos puntos en los que Perseverance haya dejado sus tubos de muestras e irá recogiendo hasta 36 de ellos con su propio brazo robot.

Aterrizaje del Sample Retrieval Lander – NASA JPL Caltech
Aterrizaje del Sample Retrieval Lander en el cráter Jezero – NASA JPL Caltech

Una vez que los tenga volverá junto a su base para entregárselos. Allí será el brazo robot de la base la que los coja para introducirlos en un módulo esférico conocido Orbital Sample (OS) que será puesto en órbita por el Mars Ascent Vehicle (MAV) –un cohete de dos etapas–. Una vez en órbita el OS será capturado por el Earth Return Orbiter (ERO), Orbitador de retorno a la Tierra, otra sonda que será construida y lanzada por la Agencia Espacial Europea.

Despegue del MAV – NASA JPL Caltech
Despegue del MAV – NASA JPL Caltech

Lo primero que hará el ERO tras la captura será encapsular el módulo con las muestras en un contenedor de aislamiento que a su vez irá dentro de la cápsula de reentrada. Luego emprenderá el viaje de vuelta a la Tierra, a dónde llegará, si todo va bien en 2031. La cápsula de reentrada estará diseñada para estrellarse en el suelo. Total, habría que hacerla a prueba de un posible fallo de los paracaídas así que, ya puestos, para qué usarlos.

Y sí, son muchos síes condicionales encadenados los que tienen que darse para que esta misión termine con éxito. Pero es todo un desafío que sin duda perece la pena si consigue sobrevivir a los cambios políticos que habrá de aquí a entonces. Aunque por si acaso Perseverance conservará en su interior algunos de los tubos por si la misión fracasa y hay que montar otra.

Si todo va bien la Mars Sample Return será así la primera misión en traer de vuelta muestras de Marte propiamente dicho. Pero en 2029 podría estar de vuelta la Martian Moons Exploration de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), que tiene como objetivo estudiar Fobos y Deimos las dos lunas del planeta, y traer de vuelta muestras de Fobos.

Disponer de esas muestras en la Tierra permitirá estudiarlas con todo tipo de instrumentos que nunca –o al menos no durante mucho tiempo– podremos enviar a Marte.

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