Por @Alvy — 22 de abril de 2014
En la cultura globalizada, la autoayuda es ya un gran negocio editorial y un timo a escala planetaria (…) Su última cara es el coaching ¡Cuídense de los coaches! Recuerden que soluciones rápidas y de bajo coste a nuestros problemas no suelen existir y que es difícil que un libro sustituya a una larga terapia o a una buena asesoría empresarial, que una lectura nos resuelva la vida de golpe y porrazo (…)
La autoayuda imbuye todos los ámbitos del mundo en el que cohabitamos, inmiscuyéndose en la vida pública desde la esfera privada de todos y cada uno de los infectados por el buenrollismo, el coaching y el pensamiento positivo (…) El problema de la autoayuda es, como en otras ocasiones, pretender hacerla pasar por ciencia y estafar a los incautos de una sociedad ávida de consumo y de respuestas rápidas que los libros de autoayuda saben vender muy bien.
Mejo explicado, imposible: Los libros de autoayuda, ¡vaya timo! de Eparquio Delgado, en la colección ¡Vaya timo! de Leatoli y en una estupenda reseña de e-ciencia.com.