Por @Wicho — 26 de marzo de 2014

Chariklo y sus anillos
Impresión artística de Chariklo y sus anillos

Durante años la ciencia ficción nos ha traído ideas e imágenes de un universo espectacular que poco a poco la realidad va dejando en paños menores.

Así, hoy sabemos que hay galaxias activas en cuyos núcleos viven inmensos agujeros negros, planetas que en los que como en el Tatooine de La guerra de las galaxias hay dos soles en el cielo, etc…

Pero la última sorpresa viene de aquí al lado, de nuestro propio sistema solar.

En este caso de trata de Chariklo, o más correctamente del planeta menor (10199) Chariklo, que según han descubierto en el Observatorio Austral Europeo tiene dos anillos que lo rodean.

Igual que Júpiter, Saturno, Urano o Neptuno, pero con una fracción del tamaño, pues el diámetro de Chariklo se estima en tan solo unos 250 kilómetros.

Aún así, posee dos anillos densos y estrechos que miden siete y tres kilómetros de ancho, separados por un hueco de nueve kilómetros.

No está claro el origen de estos anillos, aunque los científicos se inclinan a pensar que se trata del resultado de una colisión, con lo que es posible que los restos de esta no sólo hayan formado los anillos alrededor de Chariklo sino que es muy posible que tambiñé hayan dejado alguna pequeña luna en órbita alrededor del asteroide que no hayamos detectado todavía.

Aunque casi lo más curioso del descubrimiento es cómo se llevó a cabo, pues nadie estaba buscando estos anillos ni mucho menos imaginaba que un cuerpo tan pequeño como Chariklo pudiera tenerlos.

Tal y como se puede leer en Primer sistema de anillos descubierto alrededor de un asteroide las mediciones de su órbita indicaban que el 3 de junio de 2013 iba a pasar frente a la estrella UCAC4 248-108672 vista desde el hemisferio sur, por lo que los astrónomos decidieron observar esta ocultación usando diferentes instrumentos con la idea de poder estimar mejor el tamaño de Chariklo.

Pero se encontraron con que justo antes y justo después de la ocultación producida por el asteroide se produjeron dos pequeñas bajadas en la luz que llegaba de UCAC4 248-108672, lo que indicaba la presencia de algo más que Chariklo propiamente dicho.

Y al haberlo observado desde distintos instrumentos con puntos de vista ligeramente distintos ha sido posible inferir la forma y tamaño de este objeto, que ha resultado ser los anillos de Chariklo, anillos que han sido bautizados informalmente como Oiapoque y Chuí, dos ríos que están en el extremo norte y sur de Brasil respectivamente.

El método usado, el de los tránsitos, es, por cierto, uno de los que se usan para detectar planetas extrasolares: el pequeño descenso en la cantidad de luz que nos llega de una estrella es el que indica que está pasando por delante de ella un planeta.

Apenas acabamos de empezar a buscarlos y llevamos ya confirmados unos 1.700, aunque todo indica que el universo está lleno de ellos.

Parafraseando a @maqqem, mucho que descubrir y aprender, no me llega una vida.

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