Por @Wicho — 25 de agosto de 2017

Ya tiene algún tiempo, pero no había visto The Science of Awkwardness de Vsauce, un vídeo que trata de lo que sabe la ciencia sobre el arte de sentirse socialmente incómodo.

Olvidarte del nombre de alguien (o en mi caso incluso de que conozco a esa persona). No saber de que hablar cuando te quedas a solas con alguien en un evento social. O si decirle que lleva un trozo de lechuga entre los dientes. Sufrir de ataques de vergüenza ajena casi físicamente dolorosos al ver la fauna que se pasea por algunos realities… o que te puedes encontrar en el MundoReal™.

Todo eso –y más– nos produce incomodidad social, especialmente a los más asociales e introvertidos de nosotros, pero resulta que también afecta a zonas de nuestro cerebro que se relacionan don sentir dolor físico o con el sistema simpático y con la reacción de lucha o huida; de ahí que casi nos duelan esos ataques de vergüenza ajena.

Dice Michael que quizás esto tenga que ver con los reflejos y defensas que desarrollamos hace muchos miles de años, mucho antes de que la sociedad en la que vivimos, por mucho que se suponga que somos animales sociales, viniera a limitar lo que es aceptable y lo que no.

Pero quizás tenga que ver, sobre todo, con lo mucho que nos obsesionamos con lo que creemos que los demás piensan de nosotros cuando en realidad no lo hacen, igual que nosotros no lo hacemos sino que pasan más tiempo pensando en qué pensamos nosotros de ellas.

En fin, que o eres Sheldon Cooper y todo esto te importa entre cero y nada o te sentirás muy identificado con muchas de las cosas que dice Michael.

(Gracias, Javier).

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