Por @Wicho — 31 de octubre de 2006

Mike Griffin acaba de decirlo, van a añadir una misión de mantenimiento al telescopio espacial Hubble a la lista de misiones de los transbordadores espaciales antes de retirarlos: NASA Approves Mission and Names Crew for Return to Hubble.

La sala de prensa del Centro Espacial Goddard se viene abajo; es una noticia magnífica, sobe todo después de toda la incertidumbre que ha habido al respecto.

La misión STS-125, de 11 días de duración y con un coste estimado de 900 millones de dólares, está prevista inicialmente para la primavera de 2008, y en principio se volará en el Discovery, aunque todo puede cambiar según la disponibilidad de los transbordadores; la tripulación la componen Scott D. Altman como comandante, Gregory C. Johnson como pilotoy John M. Grunsfeld, Michael J. Massimino, Andrew J. Feustel, Michael T. Good y K. Megan McArthur como especialistas de la misión.

Un importante tema a solucionar antes de lanzarla es el de cómo tener preparado un segundo transbordador para un lanzamiento inmediato por si fuera necesaria una misión de rescate, ya que por la diferencia entre las órbitas del Hubble y de la Estación Espacial Internacional no será posible utilizar esta como refugio para la tripulación del transbordador que lleve a cabo la misión, y en este caso las opciones parecen pasar por mantener en estado de funcionamiento la plataforma de lanzamiento 39-B del Centro Espacial Kennedy hasta que se haya llevado a cabo la misión al Hubble.

La misión tiene como objetivo extender la vida útil de este al menos hasta 2013, año en el que debería lanzarse su sucesor, el Telescopio Espacial James Webb, y para ello colocarán el telescopio en la bodega de carga del transbordador y durante cinco paseos espaciales:

  1. Se reemplazaran (o repararán, las diferentes fuentes no se ponen de acuerdo) los seis giroscopios del Hubble por otros nuevos.
  2. Se instalarán baterías nuevas.
  3. Se añadirán mantas de aislamiento térmico en el exterior del telescopio.
  4. Se sustituirá uno de los tres sensores de guía fina del Hubble, que es en sí un telescopio, que le permite mantenerse apuntando con precisión a sus objetivos y que puede ser utilizado también para algunas observaciones científicas.
  5. Se instalará un dispositivo de protección contra voltajes excesivos.
  6. Se instalará un mecanismo a la parte posterior del Hubble para facilitar el atraque con él, aunque no entiendo muy bien para qué, ya que está será la última misión al telescopio, aunque una posibilidad es que pudiera servir para que en el futuro se enviara algún tipo de propulsor para acoplarse con él y lograr una caída controlada cuando quede fuera de servicio.
También se instalarán la nueva Wide Field Camera 3, que sustituye a la Wide Field and Planetary Camera 2, y el Cosmic Origins Spectrograph.

Para terminar de rizar el rizo, la tripulación intentará reparar el STIS, que quedó cortocircuitado ya hace seis años, aunque esta parte no será precisamente fácil, ya que no está diseñado para ser reparado en órbita y sólo para llegar a sus tripas electrónicas los astronautas tendrán que quitar 111 tornillos.

(Información sacada de la transmisión en directo de NASA TV, con datos adicionales de Bad Astronomy Blog, y MSNBC.com.)

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