Por @Alvy — 1 de septiembre de 2016

«Este es un experimento potencial y extremadamente peligroso que no deberías probar por tu cuenta porque como toques el metal te puede a soltar un zurriagazo que no veas». Así comienza todo buen vídeo de científicos locos, niños. Así que obedeced.

En cualquier caso aquí puede verse cómo el profesor Sir Martyn Polikaoff (más conocido por los Periodic Videos de la Universidad de Nottingham) utiliza unos tenedores, un generador eléctrico, unos pepinillos encurtidos y una cámara de alta velocidad y otra térmica para mostrar, bajo condiciones controladas, cómo circula la corriente.

El encurtido de los pepinillos se logra en la cocina sumergiéndolos en sal y vinagre; una solución conductora pero no tanto como la del metal, de modo que hace las veces de resistencia y cuando la atraviesa la corriente se calienta. De ahí que sucedan cosas interesantes.

Un detalle importante que nos recuerda el profesor es que la ciencia de los pepinillos no es una ciencia exacta (bueno, ya sabemos que nada lo es). Básicamente esto se debe a que son seres vivos, diferentes unos de otros: varían en tamaño, peso, conductividad… No hay dos pepinillos idénticos, de modo que esto no es como la química, en la que se pueden mezclar exactamente cantidades de los mismos compuestos. Es todo un poco aproximado y «no reproducible exactamente».

A lo que íbamos: como puede observarse el punto de mayor calentamiento (resistencia) está donde se unen el tenedor y el pepinillo, pero esto varía de unos pepinillos a otros – es decir a veces es por uno de los contactos con los tenedores, a veces con otro. ¿Por qué? Pues depende del pepinillo, su forma, densidad, etcétera. Hay que recurrir a la cámara térmica para verlo «por dentro» y entenderlo.

Básicamente los iones de sodio del encurtido pepinillero se calientan tanto como para «emitir luz». Algo que se produce 50 veces por segundo debido al cambio de polaridad de la corriente alterna de los hogares. De ahí que haga falta una cámara de alta velocidad para ver el parpadeo. El efecto se aprecia en el sujeto del experimento donde uno de los tenedores está conectado al neutro mientras que el otro es el que actúa como fase («vivo») oscilando entre +220V y -220V [esto varía según los países].

Lo mejor de este experimento es que al final te puedes comer el pepinillo, si tienes valor.

Bonus: no compres los pepinillos Gurka Inlagd de Ikea, por lo que hemos visto salen «un poco caros» (2,25 € / 0 kg = ∞ € el bote.)

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