Por @Wicho — 3 de diciembre de 2012

Lugar de toma de las primeras muestras - NASA/JPL-Caltech/MSSS
Lugar de toma de las primeras muestras - NASA/JPL-Caltech/MSSS. Clic en la imagen para la versión anotada (en inglés)

Después de todo el revuelo organizado por unas declaraciones sacadas de contexto de John Grotzinger, el investigador principal de la misión, la presentación del primer análisis de una muestra de suelo por parte de los instrumento SAM y CheMin de Curiosity ha representado un bajón para aquellos que aún pensaban que la NASA iba a anunciar que habían encontrado señales de vida en Marte.

Obviamente, de haber encontrado tal cosa no habrían presentado esos resultados en el Congreso de otoño de la American Geophysical Union, así que ha habido con contentarse con unos resultados mucho más normales, como de hecho ya había avisado la NASA hace unos días y el propio Curiosity vía Twitter:

Según se puede leer en NASA Mars Rover Fully Analyzes First Martian Soil Samples lo que ha aparecido en las muestras tomadas en Rocknest, la primera parada de Curiosity en su camino por Marte, han sido lo que parecen ser percloratos y azufre, que por cierto ya habían sido detectados por la Mars Phoenix Lander en 2008.

Además, gracias a la información adicional obtenida mediante al espectrómetro APXS y a la cámara MAHLI del brazo robot, se confirma que el suelo de la zona es muy similar a aquel recorrido por Pathfinder, Spirit y Opportunity, lo que da como para pensar que la superficie de Marte es muy homogénea.

Curiosity también ha encontrado moléculas de agua, lo que tampoco es raro, ya que es relativamente habitual encontrarlas unidas a granos de arena o polvo, aunque sí es cierto que la cantidad es mayor de la esperada.

Es posible que excavando a más profundidad los resultados sean distintos, porque en la superficie la radiación solar y los rayos cósmicos las moléculas orgánicas no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir.

En los análisis han aparecido algunas trazas de clorometanos, y aunque está claro que el metano es de origen marciano, no está claro que el carbono de esas moléculas no haya venido de la Tierra, así que por ahora hay que seguir diciendo que Curiosity no ha encontrado moléculas, al menos no todavía.

Eso sí, los instrumentos de a bordo funcionan como deberían, lo que es una magnífica noticia, y seguro que John Grotzinger ha aprendido que hay que tener mucho cuidado con lo que se dice.

De hecho, durante la rueda de prensa dijo «He aprendido que tienes que tener cuidado con lo que dices, y más cuidado aún con como lo dices. Trabajamos a la velocidad de la ciencias, y el mundo funciona a la velocidad de Instagram».

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