Por @Wicho — 23 de marzo de 2014

Los equinoccios son el momento del año cuando el eje de la Tierra, en el viaje de esta alrededor del Sol, alcanza tal posición respecto a este que el día y la noche duran prácticamente lo mismo.

Se suele decir que esto ocurre el 21 de marzo y el 21 de septiembre, pero esto no es necesariamente así a causa de los movimientos de precesión y nutación de nuestro planeta.

De hecho el equinoccio de marzo de 2014 ocurrió a las 16:57 UTC del día 20 de marzo, mientras que el de septiembre ocurrirá a las 2:29 UTC del 23 de septiembre.

El equinoccio de marzo marca el principio de la primavera en el hemisferio norte, mientras que el de septiembre el inicio del otoño.

En el hemisferio sur, sin embargo, las estaciones van al revés, así que ahora mismo mientras en el hemisferio norte vemos como aún recién empezada la primavera sigue nevando –y el que nieve a estas alturas del año en Pamplona no debería ser noticia en los telediarios, pero eso es otra historia– allí abajo, al menos según nos han acostumbrado a ver el arriba el abajo, están entrando en el otoño.

Así, cuando aquí sea verano, ellos estarán en invierno.

Y es que no es la distancia al Sol lo que marca las estaciones, como mucha gente cree, pues en realidad la órbita de la Tierra es mucho menos elíptica de lo que las ilustraciones que solemos ver sobre ella indican y apenas hay una diferencia de 5 millones de kilómetros entre la distancia máxima a la que llegamos a estar del Sol y la mínima.

Es en realidad la inclinación del eje de la Tierra lo que las causa, pues hace que según en qué época del año los rayos del Sol caigan mucho más de lado sobre un hemisferio u otro, lo que afecta mucho más a la temperatura que la distancia al Sol.

Las estaciones
Imagen vía Asociación Astronómica de Gran Canaria

Así que, a disfrutar de la primavera, una de las épocas preferidas del año para mucha gente a pesar de las alergias.

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