Por @Alvy — 7 de mayo de 2003

Un recordatorio importante:

El moderno estudio del Caos comenzó en el decenio de 1960, con el desagradable hallazgo de que ecuaciones matemáticas muy simples podían modelar sistemas tan violentos como una cascada. Nimias diferencias de entrada llegaban a transformarse rápidamente en enormes diferencias de salida, fenómeno que se denominó «dependencia sensitiva de las condiciones iniciales». En el tiempo atmosférico, por ejemplo, esto se traduce en lo que se conoce, sólo medio en broma, por el efecto de la mariposa, a saber: la noción de que, si agita hoy, con su aleteo, el aire en Pekín, una mariposa puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene.
La cita es de ese gran clásico: Chaos: la creación de una ciencia, de James Gleick (1988). También existe una edición en castellano: Caos, la creación de una ciencia.

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