Por @Wicho — 13 de marzo de 2012

Ayer hablábamos de los efectos de las tormentas solares que las eyecciones de masa coronal del Sol pueden causar cuando alcanzan la Tierra y de las manchas solares que las causan.

Según la intensidad en rayos de estas -se clasifican como A, B, C, M o X- pueden causar problemas en instalaciones eléctricas, satélites artificiales, sistemas de comunicaciones, etc, pero por lo general la magnetosfera de nuestro planeta nos protege de lo peor de sus efectos.

Ahora que otra cosa es cuando estás en el espacio, sin nada que te proteja, y en especial si estás relativamente cerca del Sol, como sucede con la sonda MESSENGER, que lleva en órbita alrededor de Mercurio desde marzo de 2011.

Esta imagen es una muestra de lo que le ocurrió al sensor CCD de la cámara de campo estrecho, NAC, de a bordo:

Ruido en el sensor de la NAC - NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington
The Solar Storm, at Mercury: Ruido en el sensor de la NAC - NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington

Los puntos y rayas blancas son causados por las partículas emitidas por el Sol durante las eyecciones de masa coronal que sucedieron a las sendas erupciones del pasado día 7 y que alcanzaron las categorías X5.4 y X1.3.

Aunque el sensor no resultó dañado, habrá que repetir esas tomas en otro momento, porque son inservibles, al menos para su propósito original.

Por cierto que el CCD de la cámara no es un CCD cualquiera sino que está certificado para operar en el espacio y ser resistente a las radiaciones, como lo deben ser todos los componentes de cualquier nave espacial… Y si no que se lo digan a los rusos, que recientemente dicen haber perdido la sonda Fobos-Grunt porque llevaba al menos un par de componentes no certificados para ser enviados al espacio.

Además de ruido en el sensor de la MESSENGER, las CMEs del día 6 produjeron ruido en los sensores del SOHO, un observatorio espacial dedicado a estudiar el Sol:

SOHO está mucho más cerca de la Tierra que MESSENGER, pues está en el punto de Lagrange L1, a aproximadamente 1,2 millones de kilómetros de la Tierra en dirección al So; es uno de los cinco en el sistema formado por el Sol y la Tierra donde, para entendernos, la gravedad de ambos se anula mutuamente y un cuerpo pequeño como un satélite artificial o un asteroide puede permanecer estacionario.

Por cierto que SOHO, lanzado el 2 de diciembre de 1995, estaba planeado como una misión de dos años, pero sigue funcionando casi a la perfección desde entonces, salvo un susto gordo en 1998 que casi terminó con la misión. Se ve que llevaba componentes como el FSM manda.

En cuanto a los astronautas que van a bordo de la Estación Espacial Internacional, están protegidos por el campo magnético terrestre, pero aún así cuando las CMEs pegan fuerte se resguardan en las secciones más protegidas de la ISS.

Otro gallo les cantaría a los tripulantes de una nave en una misión a la Luna o a otro planeta a los que pillara una lluvia de partículas de estas en el espacio, pero como últimamente no ejercemos… Pues lamentablemente no hay de qué preocuparse.

(Lo de la MESSENGER vía Eureka).

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